Los autónomos piden al Gobierno aclarar qué considera "ingresos reales" para calcular las nuevas cotizaciones

Escrivá comparece ante los medios junto a Adrián Barbón en Oviedo
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Europa Press
Escrivá comparece ante los medios junto a Adrián Barbón en Oviedo

El Gobierno y las asociaciones de autónomos avanzan en la negociación para fijar el nuevo sistema de cotizaciones, aunque con discretos avances. Este lunes, la mesa en la que están representadas diversas organizaciones y el Ministerio de Seguridad Social ha vuelto a celebrar una nueva reunión -la tercera-, en la que las asociaciones han pedido al Ejecutivo clarificar qué se considerará como "ingresos reales" para calcular las nuevas cuotas, que entrarán en vigor en 2023.

En este sentido, la vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Celia Ferrero, ha avanzado que el Gobierno les ha informado de que han mantenido una reunión con la Agencia Tributaria con el fin de solventar "uno de los grandes obstáculos, que los ingresos reales de los autónomos sean reales de verdad". Esto supondrá, para Ferrero, "mayores obligaciones" para los autónomos, que "tendrán que hacer la declaración de la renta al eliminarse el máximo exento, aunque luego tengan que tributar o no".

Esta petición de clarificar los "ingresos reales" también la ha hecho suya la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae), que ha solicitado que las bases de cotización se fijen atendiendo al beneficio de la actividad. Esto significa que las cuotas se basen según los ingresos de los autónomos una vez se descuenten los gastos necesarios para realizar la actividad, incluidas las amortizaciones y las propias cuotas. 

De ello dependerá la continuación de las negociaciones, que vivirá un nuevo episodio el próximo lunes. Es posible que, tal y como explican fuentes del Ministerio de Seguridad Social -que han tildado de "productivo" el encuentro-, se aborde ese día uno de los acuerdos a los que han llegado este lunes: "Empezar a trabajar en la elaboración de un texto legal". 

Cabe recordar que el Ministerio ya presentó su propuesta hace dos semanas. El plan del departamento de Escrivá divide a los autónomos en 13 tramos de ingresos para definir cuánto deberían pagar: desde los que ganan menos de 600 euros al mes hasta los que hacen lo propio con más de 4.050 euros. Las cotizaciones irían desde los 184 euros (para los primeros, que ven duplicada la actual cuota mínima de 90 euros) a los 1.267 euros (para los segundos), en función de los ingresos de cada uno. Actualmente, la cuota mínima -y fija- es de 294 euros mensuales, un montante que no tiene en cuenta el volumen de dinero que generan los trabajadores por cuenta propia.

Escrivá define la propuesta para autónomos como "muy beneficiosa e impecable".

Este sistema, sin embargo, sigue sin convencer a las asociaciones. "Todo el sistema, tal y como lo plantean, es muy complejo, poco progresivo y nada equilibrado y vamos a seguir pidiendo que esto sea un sistema de adecuación entre cotizaciones e ingresos reales", ha explicado Ferrero. Desde Uatae, su secretaria general María José Landaburu ha pedido al Gobinero reformular los tramos previstos y reducir la cuota a aquellos autónomos con rendimientos netos inferiores a 1.700 euros al mes. Es por ello que su asociación está ultimando su propuesta alternativa, en la que también pedirán reducir el tiempo de transición hasta el nuevo sistema.

Y es que el Gobierno se da nueve años para aplicar al completo la propuesta, evaluando cada tres años la situación. Se haría, pues, de forma progresiva. Esto quiere decir que los autónomos comenzarían pagando en 2023 cuotas de entre 281,52 euros -los que menos ganan- y 351,9 -los que más- y la diferencia iría aumentando. Las obligaciones tributarias de los que menos ingresos cotizan se reducirían así hasta los anteriormente mencionados 184 euros y los que más ganan llegarían a contribuir hasta con 1.267 euros como máximo.

La organización de autónomos UPTA, por su parte, también ha pedido acortar el plazo de adaptación de nueve a seis años y que 2023 sea el año en el que más se note la rebaja de cotizaciones a quienes actualmente están pagando más de lo que les corresponde y, al mismo tiempo, los que más ingresan empiecen a pagar más. La idea de UPTA es que en los tres primeros años de implantación se haga la mayor parte del recorrido.

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