Cómo lavar y planchar las prendas satinadas

Hacer la colada es una de las tareas del hogar que más tiempo lleva y, cuando se acaba de lavar, tender, planchar y doblar, lo más deseado es que la ropa huela a limpio y que este olor perdure en el tiempo.
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​Para conseguirlo, se pueden seguir unos trucos o recomendaciones que harán que la ropa huela bien, evitando los olores que se quedan prendidos a las telas, como el muy común olor a humedad.
Ropa tendida.
Hacer la colada es una de las tareas del hogar que más tiempo lleva y, cuando se acaba de lavar, tender, planchar y doblar, lo más deseado es que la ropa huela a limpio y que este olor perdure en el tiempo.
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​Para conseguirlo, se pueden seguir unos trucos o recomendaciones que harán que la ropa huela bien, evitando los olores que se quedan prendidos a las telas, como el muy común olor a humedad.

La colada es una de las tareas fundamentales en el hogar, por lo que poner la lavadora, tender, planchar y doblar es un ritual que se lleva a cabo en todas las casas y que lleva mucho tiempo. 

Es precisamente por todo el tiempo que consume por lo que es necesario llevar a cabo una serie de consejos y recomendaciones para que el resultado final sea perfecto, sobre todo, con algunos tipos de prenda más delicados, como son las blusas o camisas de satén. 

El acabado satianado o las prendas de satén son muy delicadas, por lo que requieren de cuidados específicos, especialmente, cuando se van a lavar o a planchar. 

Consejos para lavar y planchar las prendas de satén

En primer lugar, a la hora de lavar estas prendas, lo mejor es hacerlo a mano, en un barreño con agua templada y usando un detergente especial para prendas que son delicadas, aunque es fundamental leer las instrucciones de la etiqueta de cada prenda para ver los pasos específicos. 

Con la mezcla de agua y detergente, que nunca debe estar caliente, se remoja la prenda, siempre del reves. Si tiene alguna mancha, se puede frotar suavemente la prenda. Después, habrá que aclararla con agua tibia. 

Después, basta con tenderla en una percha, bien estirada, para evitar que salgan arrugas en exceso y, además, esto ayduará a que escurra bien todo el agua sin tener que escurrirla a mano. 

Finalmente, cuando esté seca, llega el momento de plancharla, otro paso muy delicado. Sin embargo, basta con planchar a una temperatura baja o, inlcuso, se siga uno de los consejos más conocidos para las prendas delicadas, como el satén y la seda: poner un paño entre la prenda y la plancha. 

Con este truco será suficiente para no echar a perder la prenda durante el planchado. Igualmente, se debe planchar dada la vuelta y a baja temperatura, ya que si se ha tendido de forma correcta, seguramente no necesite mucha plancha. 

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