El PSOE diluye el papel de Díaz en la reforma laboral para cortejar a Cs tras las exigencias de ERC y Bildu

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (c) y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Diaz, su llegada a la XXIV Conferencia de Presidentes.
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (c) y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Diaz, su llegada a la XXIV Conferencia de Presidentes.
EFE /JUANJO MARTIN
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (c) y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Diaz, su llegada a la XXIV Conferencia de Presidentes.
Félix Bolaños, ministro de Presidencia.
EFE

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lideró las conversaciones con patronal y sindicatos que dieron lugar a la primera reforma laboral pactada entre ambos actores. Los nueve meses de trabajo provocaron que uno de los proyectos más importantes de la legislatura llevase aparejado su nombre, un hecho que el PSOE trata ahora de diluir, lo que podría facilitar que Ciudadanos apoyase el decreto. Este hecho no gusta a Unidas Podemos, pero las peticiones de los socios habituales del Gobierno -principalmente ERC, pero también Bildu- dificultan que la nueva norma, ya publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pueda ser aprobada con la mayoría de la investidura.

El hombre fuerte de Pedro Sánchez en el Ejecutivo y ministro de Presidencia, Félix Bolaños, señaló este jueves que la reforma laboral "no es un proyecto de nadie". Tampoco, añadió, "de ningún partido". "Es un proyecto de España y del Gobierno en su conjunto", aseguró hasta en dos ocasiones. Lo hizo en el desayuno informativo que protagonizó en el hotel Ritz, en el que instó directamente al PP a apoyar la reforma, pese a que los 'populares' llevan semanas instalados en el 'no'. Es por ello que cobran mayor importancia las declaraciones que hizo a renglón seguido. Y es que, pese a no mentar a Ciudadanos, sí dejó claras sus intenciones al reclamar que se "ensanchen mayorías en el ámbito parlamentario".

Quien tampoco se dirigió directamente a los de Inés Arrimadas fue Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE. Eso sí, evitó aclarar si las preferencias de los socialistas pasan por Ciudadanos o por las formaciones de la izquierda parlamentaria. "No se trata de preferencias, la única preferencia es que se apruebe la reforma laboral", señaló antes de afirmar que "si algo ha enseñado la reforma laboral es que se puede llegar a acuerdos con quien piensa diferente".

¿Qué prácticas debería prohibir la UE en materia laboral?

Por su parte, de momento los 'naranjas' se dejan querer. Cierto es que en estas semanas se han ofrecido en varias ocasiones para salvaguardar el acuerdo y que los socios nacionalistas del Gobierno no lo "empeorasen", pese a que son críticos con la reforma. Eso sí, el miércoles fueron un paso más allá: Edmundo Bal, portavoz de los 'naranjas', confirmó que había habido contactos "a distintos niveles" con la patronal y se sumarán a su petición de no cambiar el acuerdo. "Les exigiremos [al Gobierno] que no se toque ni una coma y les preguntaremos cómo podemos seguir reformando a futuro", respondió a la pregunta sobre posibles conversaciones con el Ejecutivo.

Esas negociaciones, eso sí, aún no se han producido o, al menos, no se han hecho públicas, para no poner en aprietos a Unidas Podemos, siempre reticente a negociar con los naranjas. Sin ir más lejos, el portavoz de UP en el Congreso, Jaume Asens, tildó de "error" las palabras de Bolaños. En declaraciones a los medios, señaló que la "geometría variable" -es decir, que el Gobierno pueda contar con los votos de Ciudadanos o de sus socios habituales- es una "trampa" puesto que afirmó que las intenciones de los 'naranjas' "no son honestas". En este sentido también se pronunció el número dos de Díaz y actual secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey: "Esta es una reforma que se sitúa en las antípodas del modelo laboral de Ciudadanos", apuntó.

ERC y Bildu, en el 'no'

No obstante, las ganas de los 'morados' de sumar a ERC y Bildu al acuerdo van en dirección opuesta a las intenciones de las formaciones nacionalistas, que se sitúan en el 'no' con peticiones que sacarían a la patronal del acuerdo si el Gobierno accediese a cumplirlas. La principal diferencia entre estos partidos y el Ejecutivo es la forma de tramitarse de la reforma laboral. El decreto se publicó en el BOE al día siguiente de que lo aprobara el Consejo de Ministros en diciembre. Sin embargo, el próximo 3 de febrero se votará en el Congreso si se valida sin cambios o si se tramita como proyecto de ley, lo que daría margen a los grupos parlamentarios para presentar a enmiendas y desdibujar el texto resultante de las negociaciones entre patronal y sindicatos. Si esto pasara, los empresarios ya han advertido de que se levantarán del acuerdo. No quieren que se cambie "ni una coma".

El PNV, clave

Sea como fuere, con quien decida el Ejecutivo sacar la reforma laboral no importará si no suma al PNV, cuyos seis votos volverán a ser fundamentales tanto si el Gobierno suma a ERC como a Ciudadanos. En un principio, los nacionalistas vascos tampoco aceptaban la reforma tal y como salió de la mesa del diálogo social. No obstante, su petición de que tenga prevalencia de los convenios autonómicos es "fácil de cumplir" y podría allanar el camino. Al menos así lo ven ellos. "Solo hemos puesto una condición, y no es difícil de cumplir porque lo que pedimos que suceda ahora ya estuvo en vigor un tiempo y no se cayó el mundo", señaló el miércoles el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. En una entrevista en Radio Euskadi, explicó que "cuando haya controversia en los convenios de empresa, que siempre hay que tener una referencia a un marco de protección mínimo para los trabajadores, ese marco de referencia debe ser el convenio autonómico, en nuestro caso el acuerdo interprofesional vasco que, además, está firmado con el aval del 100% de los sindicatos y la patronal".

Los sindicatos también presionan

Las presiones para que la reforma laboral se convalide tal y como está no vienen solo desde la patronal, sino que los sindicatos también piden que se apruebe el texto resultante de las negociaciones. Ahora "lo que toca es convalidar una reforma que va a procurar mejores condiciones de trabajo a millones de trabajadores", ha señalado el secretario general de CCOO, Unai Sordo. A la entrada del acto protagonizado por Bolaños, ha pedido "a los partidos, particularmente a los de izquierda, que piensen más en la posibilidad de que millones de trabajadores en España tengan un contrato indefinido que en las próximas elecciones generales".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento