Los propietarios de los nueve perros de la Unidad Canina de Rescate, todos ellos bomberos, recibirán 1.300 euros al año para cubrir la comida y el cuidado de los animales durante los próximos cuatro años. A cambio, se comprometen a mantener en buen estado a los perros para que puedan prestar sus servicios, según ha informado la corporación municipal en un comunicado.

Los perros viven con sus guías caninos pero están adscritos al departamento de Bomberos, Prevención, Intervención en Emergencias y Protección Civil que dirige el concejal Aarón Cano y prestan servicio cuando se les requiere.

Los animales son decisivos para localizar posibles víctimas atrapadas en caso de derrumbe de cualquier tipo de edificación, pero también ofrecen un servicio especializado para localizar a menores extraviados o combatir la desaparición de ancianos con Alzheimer. También resultan terapéuticos en determinados casos para menores o personas con diversidad funcional.

Los guías caninos son todos bomberos, funcionarios del Ayuntamiento de València, y están adscritos a la Unidad Canina de Rescate. Cada guía canino dirige al animal a su cuidado cuando presta un servicio efectivo, siempre bajo la supervisión de sus superiores jerárquicos.

El convenio propuesto por la Concejalía de Protección Ciudadana a la Junta de Gobierno Local también compromete al Ayuntamiento a contratar seguros de responsabilidad civil frente a terceros y a cubrir los gastos de asistencia veterinaria que deriven de posibles accidentes o enfermedades que puedan sufrir los animales por prestar sus servicios.