El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) estudiará la viabilidad de un servicio metropolitano de moto eléctrica compartida, conocido como 'motosharing', ha explicado este miércoles en un comunicado. 

Para abordar esta cuestión, tiene previsto crear una mesa metropolitana de la moto eléctrica compartida que se constituirá entre marzo y abril de este año y a la que podrán sumarse los diferentes actores implicados.

Los principales propósitos del nuevo organismo serán constituir un marco estable de diálogo y participación técnica sobre el servicio de moto eléctrica compartida entre los actores involucrados e identificar los puntos relevantes para abordar la regulación de un servicio metropolitano de moto eléctrica compartida: juridico-normativas, técnicas, económico-financieras, etc.

En función del debate y las conclusiones que se extraigan, el AMB podría plantear, de acuerdo con los integrantes y el sector, una propuesta de servicio metropolitano de motos compartidas para regular las licencias de empresas privadas en la metrópolis de Barcelona.

El objetivo principal es conseguir una gestión "óptima" del servicio de movilidad compartida en el ámbito metropolitano, donde actualmente hay 6.040 licencias en uso: diez operadores con licencias del Ayuntamiento de Barcelona operan en esta ciudad y la mitad dan servicio a otros municipios de la metrópolis.

"La movilidad compartida se ha convertido en una alternativa y un complemento de movilidad que permite a las personas usuarias acceder a vehículos cuando lo necesiten, satisfaciendo sus necesidades de movilidad, optimizando su uso y sin la necesidad de tener uno en propiedad", ha dicho el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB, Antoni Poveda.

Asimismo, ha recordado que como estos vehículos son eléctricos permiten "reducir la contaminación, fomentar una movilidad más sostenible y promover los vehículos con energías limpias".