Los vecinos de Colonia de Manzanares sufren un "calvario" por los problemas de contaminación acústica de la M-30

Viviendas de la Colonia de Manzanares a escasos metros de la M-30.
Viviendas de la Colonia de Manzanares a escasos metros de la M-30.
Asociación de Vecinos Manzanares Casa de Campo.
Viviendas de la Colonia de Manzanares a escasos metros de la M-30.

La Colonia de Manzanares es una zona residencial privilegiada, ubicada en la Casa de Campo junto al río principal de Madrid, a pocos minutos de lugares emblemáticos de la capital como Príncipe Pío, el Palacio Real o Moncloa. A pesar de su buena localización, la contaminación acústica supone un “calvario” para los vecinos. El paso de la M-30 por superficie a escasos metros de algunas viviendas genera un problema de ruido difícil de conciliar.

Este barrio residencial está rodeado por el río Manzanares a un lado y por una de las autopistas más concurridas de la capital al otro. El aumento de circulación de vehículos y el desarrollo urbanístico ha ido estrechando algunas zonas residenciales como esta. Una de las consecuencias es la contaminación acústica por el tráfico rodado.

Además, a esto se une en los meses de verano (de junio a septiembre) el festival 'Mad Beach', situado en uno de los recintos de la Casa de Campo y que comenzó el año pasado. Este espectáculo, que implica varias horas de música al día durante más de tres meses, volverá a celebrarse de nuevo en 2022 y 2023, lo que supone un añadido más a toda la problemática del ruido para los vecinos de la Colonia.

Explana donde se celebra el festival 'Mad Beach'.
Explana donde se celebra el festival 'Mad Beach'.
Asociación de Vecinos Manzanares Casa de Campo.

Calvario para los vecinos

“Tuve que insonorizar mi casa porque el ruido era insufrible”, señala Santos, un vecino de Colonia de Manzanares cuya vivienda se encuentra a escasos metros de los carriles de la M-30. La inversión que realizó para remodelar su casa y aislarse de la contaminación acústica fue superior a los 6.000 euros. “En mi casa hay doble ventana y una cámara entre medias que reduce el ruido, pero aún así se escucha un poco el ruido de la carretera”, asegura.

Santos se planteó en varias ocasiones vender su vivienda de toda la vida, en la que lleva más de 40 años, pero finalmente decidió quedarse en su barrio -para él, “la mejor zona de Madrid”- y minimizar en la medida de lo posible el ruido. No obstante, el vecino cuenta que en los meses de verano es “impensable” abrir las ventanas.

“Vives en una cárcel estando en un entorno privilegiado”, sentencia el vecino de Colonia de Manzanares. Además, el edificio en el que vive Santos tuvo que rehabilitar la entrada al portal por los problemas que tenía para acceder al mismo porque se encontraba a apenas un metro de distancia entre la puerta y la M-30.

Según la OMS, el tráfico rodado debe marcar menos de 53 decibelios (dB) de día y 45 dB por la noche

Única solución: soterrar la M-30

El presidente de la Asociación de Vecinos Manzanares Casa de Campo, Alberto Colomo, considera que la “única solución a esta problemática es soterrar la M-30, ya que este punto es el “principal” foco de contaminación acústica. “Es cierto que se ha tomado alguna medida como reducir la velocidad de 90 km/h a 70, pero esto no consigue erradicar el ruido”, afirma Colomo.

“Lo hemos denunciado y el Ayuntamiento se escuda en lo legal, que los decibelios permitidos están establecidos, pero la cuestión es que eso está mal implantado. Da igual si no se superan, el ruido sigue siendo un problema”, explica el presidente de la asociación.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tráfico rodado debe marcar menos de 53 decibelios (dB) por el día, ya que el ruido por encima de este nivel se asocia con efectos adversos para la salud. A su vez, por la noche, el límite se marca por debajo de los 45 dB en tráfico rodado.

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