Existe, en numerosos lugares de España, una tradición llamada las cabañuelas. Se trata de un método de predicción del tiempo, sin base científica, pero muy popular desde hace siglos.

Su funcionamiento es sencillo: hay que observar el tiempo los primeros 24 días de agosto, y el tiempo que haga estos días nos dirá cómo será el del año siguiente. Así, estás las cabañuelas de ida, del 1 al 12 de agosto: el día 1 representa el tiempo que hará en agosto del año siguiente, el día 2 representa septiembre, el 3 octubre, el 4 noviembre, el 5 diciembre, el 6 enero, y así hasta el día 12, que representa el tiempo de julio del siguiente año.

Las cabañuelas de vuelta empiezan el día 13, que representa de nuevo el tiempo de julio, hasta desembocar en el día 24, que representa de nuevo el tiempo de agosto del siguiente año.

Hay personas que son expertas en las cabañuelas. Una de ellas es Pepe Buitrago, conocido como 'el cabañuelo de Mula' (por la localidad murciana de la que procede), que ya ha hecho su predicción para 2022.

Buitrago intervino en la cadena COPE para explicar que el pasado otoño se cumplió lo que predijo en 2020: "Hasta ahora lo previsto se está cumpliendo", dijo el murciano.

¿Y para 2022? Para el invierno, Buitrago anuncia que "nos quedan como 5 ó 6 nevadas", aunque no serán como las del pasado enero: "No veo una nueva Filomena ni nada extraordinario, serán nevadas normales", dijo.

De cara a primavera, las cabañuelas auguran "heladas en el sureste, lluvias muy tormentosas y abundantes por todo el territorio e incluso en alguna zona del este, en Levante podrían ser fuertes con granizadas localizadas y en algunos momentos torrenciales".

El verano se avecina movido: será "caluroso y bochornoso con algún grado más de los 44º por su mitad sur y centro con algunas tormentas con gran aparato eléctrico y fuertes granizadas", vaticina Buitrago.