La Nochevieja será diferente. Diferente a la de 2019, pero también a la de 2020. El avance de la vacunación aventuraba que el fin de año se pudiera celebrar de nuevo como se hacía en la antigua normalidad. Sin embargo, el embate de la variante ómicron ha provocado que hasta nueve autonomías den marcha atrás y recuperen restricciones, lo que ha hecho que la Policía se ponga en alerta ante lo que puede significar la vuelta de macrobotellones y fiestas ilegales en casas. Además, los sindicatos alertan de que las plantillas están mermadas ante la gran cantidad de contagios. Los empresarios de la noche, por su parte, dan por hecho la 'explosión' de fiestas ilegales y llevarán a los tribunales los toques de queda y las restricciones de horario y aforos.

“Hacemos un llamamiento a la responsabilidad para volver a la vida normal, no vayamos a estropear todo lo que hemos hecho hasta ahora”, señalan fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP). Desde esta asociación reconocen el riesgo al que aboca el escenario actual, con los cierres del ocio nocturno y demás restricciones. Esto puede suponer que vuelvan las fiestas ilegales y los macrobotellones, que han sido protagonistas en los casi dos años en los que el coronavirus lleva instalado en España. La última vez fue en septiembre. Entonces, miles de jóvenes se concentraban los fines de semana en los alrededores de varias universidades españolas. En Madrid llegaron a acudir unos 25.000 jóvenes y, en Barcelona, otros 8.000. Todos ellos sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad.

Solo el 25% de la población española podrá celebrar Nochevieja sin restricciones por covid-19

Desde Jupol señalan que en la actualidad continúan sin tener “instrumentos legales” para poder actuar “con la seguridad jurídica necesaria” en las fiestas que se celebran en casas o en pisos turísticos, otra de las opciones por las que apostarán los jóvenes españoles en estas fiestas. Es por ello que ha solicitado a la dirección de la Policía una reunión del grupo de trabajo Covid para “actualizar el protocolo de actuación” y puedan tener más herramientas. Las fiestas ilegales se popularizaron en los estados de alarma y tras el fin del confinamiento más estricto. Hubo noches en los que los agentes llegaron a detectar casi 300 en la ciudad de Madrid.

A esta problemática se suma la gran cantidad de contagios entre policías, lo que está mermando su capacidad de actuación. "Ahora hay muchos agentes de baja por haber dado positivo en COVID-19 o por contacto estrecho, para ello ha habido muchos agentes que han tenido que cancelar sus vacaciones para cubrir estas bajas, por lo que esperamos que se pueda garantizar la seguridad ciudadana y evitar que se puedan producir este tipo de acciones", señalan desde Jupol, antes de volver a pedir "responsabilidad" a la ciudadanía. 

¿Cómo celebrar Fin de Año con ómicron disparando los contagios de covid? ¿Con cuántos amigos y dónde es más seguro?

Desde el Ministerio del Interior apuntan a 20Minutos que han reforzado los efectivos de la Policía Nacional, aunque explican que no se debe al coronavirus y recuerdan que las fiestas ilegales y los macrobotellones son competencia de las policías municipales. Eso sí, estas también han sido reforzadas en su mayoría. En el caso de la Policía Municipal de Madrid, por ejemplo, se ha apostado por un refuerzo diario de 402 agentes municipales de lunes a jueves, que se elevará hasta los 726 policías cada jornada de los fines de semana (viernes, sábado y domingo).

1.500 botellones y fiestas en Cataluña

Nochevieja: pendiente en Cataluña, cierres en Galicia y abierta en Madrid

Las 300 fiestas en una noche en Madrid, en cambio, se queda cortan según los cálculos de la patronal de hosteleros de la noche de Cataluña. La Federació Catalana d'Associacions d'Activitats de Restauració i Musicals (Fecasarm) prevé más de 1.500 botellones y fiestas ilegales por Fin de Año en Cataluña debido a las restricciones. Argumenta que sin oferta de locales de ocio nocturno y con los bares y restaurantes cerrados a partir de la 1 de la mañana, los encuentros de más de 10 personas en lugares no adecuados y sin medidas de seguridad "se dispararán". Es por ello que llevaron ante los tribunales las restricciones de la Generalitat, que decidió volver a reducir al 70% los aforos, limitar los encuentros sociales a un máximo de 10 personas y cerrar el ocio nocturno.

Cataluña, además, no ha sido la única autonomía en tomar medidas. Hasta ocho más se han sumado a las restricciones más allá de la cancelación de macrofiestas que ha adoptado Madrid. Además de la mencionada, Aragón, Asturias, Galicia, Canarias, La Rioja, Murcia, País Vasco y Navarra son las comunidades autónomas que han vuelto a recurrir al toque de queda nocturno o al cierre de la hostelería a partir de las doce de la noche o la una de la madrugada como medida para luchar contra el incremento de la incidencia acumulada del coronavirus.