El establecimiento anunció el pasado jueves 23 de diciembre en sus perfiles en las redes sociales que para acceder al mismo no se exigía presentar el certificado covid -desoyendo la normativa vigente en la Comunitat Valenciana, que obliga a ello en toda la hostelería-.

En la publicación -que permanece publicada este domingo-, el restaurante asegura que "no discrimina a ningún cliente según sexo, género, raza, religión, edad, origen o estado de vacunación", por lo que "todo aquel que respete la Constitución y los Derechos Humanos es bienvenido". Finalmente, añade que la exigencia del certificado covid "viola" una serie de leyes y derechos.

En un comunicado publicado este domingo, el Ayuntamiento de Vilafranca asegura que el mismo día 23 se puso en contacto con los propietarios del restaurante para comunicarles "la obligatoriedad de cumplir todas las normativas vigentes".

Asimismo, el consistorio ha revisado el contrato en vigor, en el que se especifica que los titulares de la concesión son los responsables de cumplir "escrupulosamente" la ley.

El camping municipal está alquilado en régimen de concesión a los actuales inquilinos, quienes, insiste el Ayuntamiento, son los responsables del cumplimiento de la normativa vigente.