Parecía que las Navidades iban a ser de lo más tranquilas en el hogar de José Ortega Cano y Ana María Aldón, hasta que el homenaje a Rocío Jurado sacudió sus vidas por completo y les colocó de nuevo en el ojo del huracán. Diez días habían pasado ya de ese momento y parecía que las aguas habían vuelto a su cauce, pero un nuevo revés ha vuelto a golpearles, recoge la revista Lecturas.
Poco antes de que tuviera lugar la cena familiar de Nochebuena, la colaboradora de Viva la vida tuvo que llevar al hospital a su hijo José María, fruto de su relación con el torero, pues el pequeño tenía 39,5 grados de fiebre, lo que preocupó muchísimo a sus padres.
Así, ambos acudieron al centro hospitalario, donde sometieron al niño a una prueba PCR para comprobar se había contagiado con la Covid-19. Mientras esperaban los resultados y como medida preventiva, madre e hijo se autoaislaron en una de las habitaciones de la casa.
"Hasta que no tengamos el resultado no podemos sentarnos juntos en la mesa", explicó Ana María en sus historias de Instagram. El resto, tranquilizó la exconcursante de Supervivientes, dieron negativo en un test de antígenos, pero "el niño todavía está esperando los resultados, así que de momento precaución", subrayaba.
Unas horas después, sobre las 2:00 horas de la madrugada de este sábado, Aldón reapareció de nuevo a través de sus redes sociales para actualizar sobre la situación: continuaban esperando los resultados. Una espera que, por el momento, continúa prolongándose hasta este mediodía.
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