La pequeña localidad ourense de Cortegada, un pueblo de apenas 1000 habitantes, se ha convertido en la última semana en la escena de un crimen atroz que ha dado la vuelta España. A cada día que pasa el asesinato de una joven a su amante siembra más y más incertidumbre entre los vecinos.

Estos hechos se remontan a verano, pero no ha sido hasta este lunes cuando Cristina R.V. confesó a su psiquiatra haber quemado el cuerpo de  José María R. Z., un hombre de Barcelona al que había conocido a través de una web de citas. Este martes un operativo de la Guardia Civil halló un un pie enterrado en una finca próxima a la vivienda y finalmente, este miércoles la autora ha confesado haber asesinado a su amante después de sedarlo y asfixiarlo con una almohada.

La historia del Caso de Cortegada

Todo se desencadenó el pasado mes de agosto, cuando José María R. Z., un vecino de Barcelona de 53 años, viajó a la localidad ourensana de Cortegada para intimar con Cristina R.V., una joven de 26 años que conoció a través de una web de citas. Tres o cuatro días después los vecinos perdieron la pista del varón y su madre denunció su desaparición el pasado 27 de agosto desde Barcelona al dejar de recibir noticias.

Los Mossos contactaron entonces con la Guardia Civil, que rastreó las últimas ubicaciones del teléfono móvil del desaparecido, situándolo en la madrugada del 24 de agosto de 2021 en el domicilio de la sospechosa y en otros puntos de Cortegada. Posteriormente, Cristina confesó que fue ella quien le recogió en el aeropuerto de Peinador, en Vigo, y juntos se trasladaron en su coche a la casa de la joven en Cortegada, donde pasarían varias jornadas unidos.

Una vez allí, ambos tuvieron una fuerte discusión y, según ella, él se tomó varias pastillas, entre ellas algunos ansiolíticos.

Dada sus primeras palabras, hasta esta semana, las líneas de investigación abiertas no contemplaban en ninguno de sus escenarios el asesinato.

Parte 1. Cristina confiesa haber quemado el cádaver

Investigan si una vecina de Cortegada quemó y enterró el cadáver de un hombre al que conoció por internet

No obstante, Cristina levantó la primera sospecha de homicidio este lunes cuando afirmó, en una consulta de Psiquiatría en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), que, en la mañana del pasado 24 de agosto, encontró a Jose María inconsciente en el sofá de su casa y tras su comprobar que estaba muerto, decidió -fruto de los nervios- ocultar el cuerpo, en lugar de avisar a los servicios sanitarios.

De acuerdo con medios locales, la joven también dijo que calcinó parte del cadáver con un líquido inflamable, para posteriormente enterrar algunos de los restos en la finca de Os Rabiño, y introducir otros en una bolsa que lanzó al río Miño.

Parte 2. La Guardia Civil encuentra un pie en la casa de la detenida

Tras estas declaraciones, la consulta de psiquiatría dio aviso a las autoridades, que detuvieron a la sospechosa y comenzaron la búsqueda de indicios o restos biológicos en el entorno de la casa de la detenida (San Benito de Rabiño) con apoyo de un perro adiestrado.

Europa Press

Este martes, un operativo de la Guardia Civil halló un pie enterrado en una huerta próxima a la vivienda de la vecina de Cortegada. 

Parte 3. La asesina confiesa el crimen

Finalmente, este miércoles Cristina ha confesado ser la autora del homicidio. La confesión ha tenido lugar en la finca de Os Rabiño, a la que ha acudido acompañada de la jueza y la secretaría judicial. 

Allí, la mujer ha explicado que en la noche en la que cometió el crimen vivió una fuerte discusión con su amante, al que suministró medicamentos para dormirlo. Después lo asfixió con una almohada. Y cuando comprobó que había fallecido pensó en la manera de deshacerse del cádaver sin dejar pruebas. Entonces,  decidió quemar su cadáver, esparciendo más tarde sus restos por las inmediaciones de su vivienda.

Ahora, Cristina se encuentra en manos de la policía a la espera de que la justicia decida cuál será su futuro.