El segundo quinto premio ha sido uno de los más madrugadores, tanto es así que cuando José ha acudido a la administración de la calle Joan Torras, esta estaba cerrada. Compró nueve décimos y los repartió entre familiares y amigos, pero sobre todo para sus hijos "yo ya tengo la vida resuelta" ha dicho entre lágrimas. Con el rostro emocionado y tras ver la persiana bajada del local, se ha ido a su casa para poder avisar a sus hijos del premio.

Ariadna Perera y Enric Escuder han sido también de los primeros premiados en acudir a la administración n.º 216 de Sant Andreu (Barcelona). Mientras desayunaban en el sofá de su casa, con el pijama puesto y con el café en la mano, se han enterado de que uno de los décimos que tenían era el que los niños de San Ildefonso cantaban por televisión.

Compraron el décimo en la administración de siempre y como es costumbre, eligieron una terminación que significase algo para ellos, en este caso el 16, el número favorito de Ariadna. Tienen claro que harán con el premio “con los 6000 euros que nos han tocado invertiremos en la entrada de un piso, que estamos ahorrando para ello”.

Enric ha confesado que al principio no se lo creían, pero que una vez comprobado se han echado a llorar “no nos saca de pobres, pero es un plus”.

Josefa De Luca Sánchez, de 78 años, se ha enterado de que le había tocado el quinto premio delante de la administración. Estaba pagando la compra en el supermercado cuando ha escuchado que alguien decía que había tocado en Sant Andreu. Ella llevaba dos números de ahí, uno acabado en 16 y se ha acercado para ver si había tenido suerte.

Y pese a un momento de confusión, ha exclamado un grito de alegría y ha confirmado que el suyo era el 70316. Vecina del barrio, siempre compra el décimo en la misma administración y siempre le pide al lotero que le de "el número que vaya a tocar" y esta vez le ha hecho caso. Con los 6000 euros quiere cubrir los gastos de Navidad “que ya son muchos”.

Una de las imágenes del día

Cuando los primeros afortunados han llegado a la administración se la han encontrado cerrada. Al principio se ha comentado que podría ser motivo de la huelga convocada por el sector de loteros, pero no, el propietario Juan Carlos Cibes, ha confirmado que ha sido por motivos personales.

Ha llegado muy emocionado pocos minutos antes de que se hiciesen las 11. Con decisión ha ido directo a la parte trasera del local a buscar el cava y segundos más tarde, junto a la pareja premiada, han descorchado la botella. “Llevamos trabajando 3 años aquí, estamos muy felices de que haya tocado y sobre todo a gente que ya lo necesitaba”.

Mari Latorre

Ha calculado que vendieron 106 séries de este número y que la venta fue física, sin embargo, que algún décimo también se vendió por Internet. “Me han llamado esta mañana y de golpe hemos venido para aquí” ha dicho Cibes. Él, se ha estrenado por la puerta grande repartiendo un quinto premio y ha asegurado una y otra vez que la palabra que lo definía el día de hoy era “contento”. Espera poder seguir vendiendo premios y que les toque a la gente del barrio.