Según establece la resolución de dicha viceconsejería, que publica este lunes el Diario Oficial de Castilla-La Mancha y recoge Europa Press, las alegaciones se podrán presentar en las dependencias de la Viceconsejería de Cultura y Deportes (bulevar del Río Alberche, s/n - Toledo) y de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Ciudad Real-Servicio de Cultura (calle Alarcos, 21 8ª planta, en Ciudad Real).

Alega el departamento que dirige Ana Muñoz que la ciudad protohistórica del Cerro de las Cabezas es una de las mejor conservadas de la Península Ibérica. Este gran 'oppidum' ibérico hunde sus raíces en etapas correspondientes al Bronce Final, en torno al siglo VII a.C., desarrollándose posteriormente hasta conseguir su plenitud entre el siglo V y mediados del III a.C., siendo abandonada a fines del siglo III o principios del siglo II a.C., en el contexto de la II Guerra Púnica, sin presentar ocupación posterior.

Estas circunstancias permiten, tras diversas campañas de excavación y restauración, contemplar el urbanismo, las estructuras defensivas, zonas de producción y de culto de un enclave que debió ser un referente importante en el poblamiento y control territorial de las sociedades ibéricas de la meseta meridional.

Sus estructuras arquitectónicas y sus abundantes materiales arqueológicos, entre los que destacan las cerámicas, metales, marfil, o terracotas, van permitiendo conocer la vida diaria, las costumbres e incluso las creencias religiosas y gustos estéticos de una sociedad gentilicia perfectamente organizada, donde la agricultura, junto con la ganadería, la producción cerámica y el comercio, permitieron el desarrollo de esta importante ciudad ibérica durante varios siglos.

UNO DE LAS CIUDADES ÍBERAS MEJOR CONSERVADAS

El yacimiento es uno de los mejores puntos de referencia de la cultura íbera al tratarse de una de las pocas ciudades íberas conservadas íntegramente, pero también por la monumentalidad de sus sistemas defensivos y la buena conservación que presentan en general las estructuras que van siendo excavadas y que han permitido descubrir y musealizar distintas zonas de las áreas urbanas, habitacionales, de almacenaje y defensivas de la ciudad.

Las diversas campañas llevadas a cabo en el yacimiento han puesto al descubierto una pequeña parte de la ciudad ibérica. Para ello, se ha contado, desde un primer momento, entre otras instituciones, con el apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento de Valdepeñas.

Las primeras excavaciones arqueológicas se realizaron en 1984 y 1985. Entre 1986 y 1987, las campañas de excavación se intensificaron, en parte debido a la obra de la Autovía Madrid-Cádiz, que modificó su trazado inicial con el fin de preservar los restos arqueológicos de la ciudad íbera.

A partir de estos momentos se lleva a cabo una labor de investigación y difusión de este gran 'oppidum' ibérico, y comienzan a ver la luz en 1987 los primeros artículos publicados científicos y de divulgación.

También se desarrollaron sucesivas campañas de trabajos arqueológicos que se complementaron con las imprescindibles labores de consolidación y conservación de las estructuras y estratos exhumados.

La construcción del Centro de interpretación, inaugurado en 2003, así como diversos edificios anexos, complementan ya en estos momentos el Conjunto arqueológico, dotándole de unas infraestructuras necesarias y acordes para la puesta a disposición del público.

RESTAURACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE ESTRUCTURAS

A partir del año 2010, los trabajos que se llevan a cabo en el yacimiento se centran sobre todo en la restauración y consolidación de estructuras.

Diversos cursos de arqueología promovidos por la Asociación Cultural Orisos, los planes de empleo auspiciados por el Ayuntamiento, así como los proyectos de investigación que promociona la Junta de Comunidades, han permitiendo avanzar en la puesta en valor de las zonas ya excavadas, propiciando la ampliación del recorrido para los visitantes.

Las diversas campañas de excavaciones arqueológicas realizadas hasta el momento han permitido sacar a la luz una extensión aproximada de 14.000 metros de la ciudad ibérica, que desde hace años se expone al público por medio de visitas guiadas al yacimiento que se cumplimentan con el recorrido por el centro de interpretación.

Durante los primeros años del siglo XXI se continúan los trabajos de excavación con y numerosos trabajos de restauración tendentes a adecuar las zonas excavadas para su visita.