El silencio del volcán que tiene en vilo a expertos y vecinos de La Palma: "Rezo para que el demonio no despierte"

Vivienda situada en la zona de Las Manchas, en La Palma, al sur de cono principal de la erupción.
Vivienda situada en la zona de Las Manchas, al sur del cono principal de la erupción
Itahiza Domínguez / IGN / EFE
Vivienda situada en la zona de Las Manchas, en La Palma, al sur de cono principal de la erupción.

El pasado 14 de diciembre la isla de La Palma amaneció sin explosiones, emisiones de lava, gases contaminantes o tremor por primera vez desde el pasado 19 de septiembre. El volcán parece haber cesado su actividad, pero los científicos piden cautela: "La erupción todavía no se ha dado por terminada. No se puede descartar que el volcán pueda entrar en fase de mayor actividad otra vez", explica a 20minutos el geólogo Stavros Meletlidis, desplazado en La Palma.

Aunque científicos y vulcanólogos han asegurado que "con toda probabilidad asistimos al final de la erupción", todavía hay que esperar el plazo de diez días dado por el comité que asesora al Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca). "Lo único que podemos hacer ahora es un seguimiento de los observadores. En este tipo de volcanes hay que esperar un tiempo prudente, no hay una regla. Pueden ser diez, quince, veinte días", cuenta Meletlidis.

El experto señala que el tiempo estipulado se podría resetear en cualquier momento, como ya ocurrió en la misma isla con la erupción del volcán San Juan en 1949 que después de casi dos semanas en silencio siguió con su actividad.

Los vecinos "rezan" para que el "demonio" no vuelva a despertar

No es la primera vez que el volcán de la isla canaria detiene su actividad en todo este tiempo, pero hasta la fecha siempre lo había hecho por pocas horas, seguida de reactivaciones explosivas y salida de lava. Esta es la primera vez que el tremor está más de una jornada completa parado, "estamos rezando para que el demonio no vuelva a despertar", cuenta a 20minutos Yésica, una vecina que perdió su casa a causa del volcán.

"Estoy tan acostumbrada a él que no puedo dejar de preguntarme, ¿qué más hará ahora?"

"Yo no me lo creo. Estoy tan acostumbrada a él que no puedo dejar de preguntarme, ¿qué más hará ahora?", sigue la isleña. Según Yésica su opinión es el sentir general de la isla de La Palma: "Creo que todos aquí estamos igual, rezando para que sea verdad. Desconfiamos porque este volcán nos ha hecho mucho mucho daño". 

Según Sebi, otro vecino que también vivió la erupción del Teneguía en 1971, ya se nota que el volcán está cesando en su actividad: "Ya casi no sale humo ni huele a azufre, también hay menos ruido por las noches y menos movimiento sísmico, además es a baja profundidad y con valores mínimos".

Este isleño también tiene sus reservas sobre el volcán: "Ahora se ve parado, pero tenemos miedo a que pueda reactivarse, claro. Esto se cargó todo, fue algo bárbaro", lamenta.

El volcán muestra signos de debilidad

"No tenemos ni coladas de lava ni piroclastos, aunque sí emisión de gases y vapores en algunos puntos", explica el geólogo. Sin embargo, la emisión de dióxido de azufre "casi ha desaparecido" si se compara con los valores de días anteriores.

También continua habiendo cierto nivel de sismicidad: "El Instituto Geográfico Nacional ya advirtió de que aunque la actividad volcánica cesase, los niveles de sismicidad seguirían siendo inestables. Es algo normal y esperable", dice Meletlidis.

Así, el volcán de Cumbre Vieja comenzó a mostrar "signos de debilidad" hace semana y media, según el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo. En palabras del experto, la fase de explosividad que experimentó el volcán el pasado fin de semana fue una especie de "último estertor".

Los científicos coinciden en que esta erupción deja "muchas enseñanzas", empezando por la forma en que comenzó la erupción. Ésta es la primera vez que la comunidad científica española puede "monitorizar debidamente" una erupción, lo que generará "multitud de estudios y publicaciones".

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