Extra Navidad 2021 | Ana Fernández: "Es muy bestia ver tu cara enorme en la Puerta del Sol"

Ana Fernández, con vestido y body de FENDI.
Ana Fernández, con vestido y body de FENDI.
Hector Silva (NS Management).
Ana Fernández, con vestido y body de FENDI.

Para Ana Fernández, pasar tiempo en el campo rodeada de sus mascotas es sinónimo de felicidad. Es una tranquilidad merecida: el estreno en Atresplayer Premium de Los protegidos: el regreso, en la que vuelve a interpretar a Sandra Castillo, ha provocado toda una revolución en el fenómeno fan y ya ha anunciado su segunda temporada. 

Esa ola se suma al tsunami que supuso en su vida Las chicas del cable, buque insignia de Netflix España, que coprotagonizó hasta su cierre en 2020. Tras el descanso navideño, su vista está puesta en nuevos proyectos, esta vez a nivel internacional.

Pregunta: ¿Cómo vivió el regreso de Los protegidos?

Respuesta: Cuando nos lo dijeron fue una sorpresa. Es cierto que algo podíamos intuir por lo que pasaba a nuestro alrededor con series como Los hombres de Paco o Física o química, que se emitieron en la misma época. Pero nunca llegas a imaginarlo realmente; nos pidieron que estuviésemos todos, y dijimos que sí.

P.: ¿Cómo ha sido volver a estar juntos?

R.: El regreso a la hora de rodar ha sido muy divertido, porque en los rodajes ocurre la magia: bromas entre nosotros, el ritmo a la hora de comunicarnos… Nada se había perdido, aunque la mayoría llevásemos diez años sin vernos.

P.: ¿A qué cree que se debe esa vuelta, esa melancolía por las series de hace una o dos décadas?

R.: Creo que es una moda a nivel mundial, porque también se ha hecho con series como Friends o Sexo en Nueva York. Y creo que es guay en cierto modo, porque la manera de hacer series ahora, desde formatos a tiempos, fotografía o producción, no tienen nada que ver con lo que se hacía entonces. Está bien hacer remembers para nostálgicos, y es divertido, pero otra cosa es que pretendas que el reencuentro dure otros cinco años. Pero hacer unos capítulos, o una temporada, es algo que es bonito y que los espectadores están recibiendo muy bien.

Ana Fernández, con un vestido de H&M Studio y pendientes de Suarez.
Ana Fernández, con un vestido de H&M Studio y pendientes de Suarez.
Hector Silva (NS Management).

P.: De hecho, El regreso generó tanta expectación que se adelantó el primer episodio.

R.: Sí, se estrenó porque el reclamo era tal que se decidió hacer algo especial para los fans. De hecho, a la presentación que hicimos no vinieron medios, fue un sorteo para los aficionados y vimos el capítulo con ellos. Fue muy divertido, porque gritaban y reaccionaban a todo lo que iba ocurriendo. El resto se estrenará durante las vacaciones, de regalo de Papá Noel [risas].

P.: ¿Ha cambiado el panorama audiovisual en estos años?

R.: ¡Muchísimo! Eso lo he observado desde que empezamos con Las chicas del cable en 2016. Existe un cambio enorme gracias a las plataformas, algo que hace que la audiencia ya no sea tan importante, que no exista esa lucha de las cadenas por reprogramar para ver quién puede pisar más a quién. Además, mejoran la calidad, los presupuestos y cómo se narran las historias.

P.: ¿Se ha dado más valor a las series?

R.: Desde luego, ha cambiado el posicionamiento de la ficción de televisión o de plataforma. Ha subido a un nivel que está igual, o en algunos casos incluso superior, al del cine. Aunque el cine siempre seguirá siendo cine, mucha gente de la industria, que antes renegaba de las series, ahora quiere estar para interpretarlas, para dirigirlas o poner fotografía o maquillaje. Ha habido una revolución y creo que ahora todo está muy equilibrado. Ya no existen actores de cine o de series, sino actores de ficción.

Ana Fernández viste un traje de terciopelo de N21 para Zalando y salones de Luis Onofre.
Ana Fernández viste un traje de terciopelo de N21 para Zalando y salones de Luis Onofre.
Hector Silva (NS Management).

P.: Con Las chicas del cable abrieron la veda de Netflix en España. ¿Cómo fue?

R.: Nosotras aterrizamos con Las chicas del cable sin saber qué era esto de las plataformas, cómo se promocionaba la serie o cómo iban a salir los capítulos. Todo fue nuevo, no teníamos ni idea y fue una experiencia única. Nos daba vergüenza ir a la Puerta del Sol, porque nuestra cara estaba en medio de la plaza. Es muy bestia, ¿no? [Risas].

P.: ¿Eso es algo que trajo Netflix?

R.: Sí, al menos en nuestro caso. Apareció toda la caballería americana, y luego nos tocó a nosotras viajar a Berlín, a la presentación que suele hacer la plataforma de sus novedades todos los años. Y allí estábamos nosotras, junto a las protagonistas de Orange is The New Black o los de Better Call Saul, intentando ir de dignas, pero sintiendo que todo era una locura. De repente, teníamos seguidores de todo el mundo. La verdad es que lo tengo grabado como una aventura inolvidable.

P.: Hablando de seguidores, es bastante activa en Instagram, ¿qué le supone?

R.: Pues a veces simplemente siento que quiero subir una foto de mis perros, pero lo cierto es que Instagram es la aplicación que manda en cuanto a promoción, sesiones de fotos, publicidad, acciones… Es una herramienta más, como antes lo era el videobook en un DVD. Ahora es ahí donde puedes subir tu trabajo como actriz, como escenas o carteles. Intuyo que tengo estos seguidores porque les han gustado los trabajos que he hecho, así que intento compartir cosas que tienen que ver con eso.

P.: ¿Tener seguidores es una responsabilidad?

R.: Sí, desde luego. Yo intento ser lo más responsable posible con las cosas que subo, porque cuando tienes ese check azul, es importante no decir idioteces. Por eso, hay que tener cuidado con lo que opinas y con lo que publicas. Si lo haces, que sea porque crees firmemente en ello y puedes argumentar esas opiniones.

P.: Ha expresado en más de una ocasión esas opiniones...

R.: Sí, sobre todo en el terreno del maltrato animal. Yo tengo cinco perros y es como si fueran mis hijos; cuando tenga hijos, tendré todavía más [risas]. Y me indigno mucho, por eso me suelo mojar en ese tipo de temas, aunque entiendo que a alguien que está viendo cosas monísimas no le apetezca encontrarse una foto de un laboratorio de experimentación con animales, pero me da igual. Creo que es una responsabilidad que tenemos, más allá de subir ropa.

"Entiendo que a la gente no le apetezca ver fotos de laboratorios de experimentación animal, pero me da igual: mostrarlo es una responsabilidad"

P.: Trabaja con muchas marcas, ¿sigue esta filosofía cuando elige con quién colaborar?

R.: Intento, dentro de mis posibilidades, ayudar en lo que me sea posible. Me dolería en el alma haber trabajado con alguna marca que trabaje con experimentación, por ejemplo. Intento preguntar, investigar y enterarme antes de trabajar. Aunque siempre que hagas una acción para concienciar va a haber alguien que te va a decir algo malo.

Ana Fernández viste vestido semitransparente de Montenegro, body de Eres y tacones de Guess.
Ana Fernández viste vestido semitransparente de Montenegro, body de Eres y tacones de Guess.
Hector Silva (NS Management).

P.: ¿Cómo lleva ese tema de los haters?

R.: Siempre están esos cuatro tontos, y habría que verlos a ellos. Te escriben y te juzgan como si estuvieran metidos en casa, como si vieran lo que haces diariamente. Yo no soy muy de enfrentarme y contestar, pero de vez en cuando intento exponerlos: hago una captura y la subo a stories, con su nombre, para que por un instante se pongan en nuestro pellejo y se den cuenta de que la gente sabe quiénes son y la chorrada que han puesto. Porque el anonimato es genial, pero también hay que ponerse en el lugar de quienes no lo tenemos.

P.: En redes ha hablado también de la importancia de la salud mental, ¿cree que el tema está dejando de ser un tabú?

R.: Sí, y creo que ya era hora. A estas alturas, es absurdo pensar que estás loco porque vas al psicólogo o al psiquiatra. La vida y la sociedad se han complicado, y eso nos ha afectado; cada día vivimos con más miedos. Por eso, creo que es algo que se debería enseñar desde que somos niños: que puedas ir a terapia y que esté naturalizado debería ser lo normal.

P.: ¿Qué supone ir a terapia?

R.: Es un entrenamiento mental que hace que te conozcas mucho mejor y que te aceptes. Cuando ya has conseguido eso, puedes explicárselo a la gente que tienes a tu lado, a tu pareja, a tus padres, a tus hermanos y a tus amigos, para que también te conozcan y sepan cómo apoyarte en los momentos difíciles. Y no tiene que pasar nada grave, como que se te muera alguien.

Obviamente, si pasa –y lo sé por experiencia–, tienes que ir a algo especial, para tratar un duelo; en lugar de hacerlo en casa con pastillas, con alcohol o metido en la cama, puedes hablar con una persona que no te va a juzgar aunque digas barbaridades. Y no es que lo vayas a olvidar, porque algo así nunca se olvida, pero vas a poder tener un día a día y ser una persona coherente.

Ana Fernández viste un vestido de Fernando Claro, salones de Christian Louboutin  y pulseras de Suárez y Messika.
Ana Fernández viste un vestido de Fernando Claro, salones de Christian Louboutin y pulseras de Suárez y Messika.
Hector Silva (NS Management).

P.: ¿Y si no sucede nada grave?

R.: Aun así, incluso en el día a día nos pasan muchísimas cosas. Desde pequeño te están machacando, por ser gordo o bajito o por tener un grano. Lo ideal sería que no pasara, pero como sabemos que somos unos cabrones, existe. Y de repente tienes 20 años y tienes acumulado todo aquello que te ha pasado, y luego piensas, ¿por qué tengo este bloqueo emocional?

Lo bueno de la terapia es que llega al origen de esas cosas, y cuando sanas eso, puedes llegar a controlar y gestionar esas emociones. Todo viene de algo, y en un mundo donde se lleva lo healthy y lo fitness, quizá deberíamos plantearnos que no solo somos lo que comemos; también somos lo que pensamos y lo que sentimos.

"En un mundo de 'healthy' y 'fitness', quizá deberíamos plantearnos que también somos lo que pensamos y cómo nos sentimos"

P.: Cambiando completamente de tercio, ¿cómo se presenta su Navidad? 

R.: Por los perros, no podemos irnos a ningún sitio como Cancún [risas]. Nos gusta pasar la Navidad con el frío, en casita, con la chimenea y el momento árbol. La verdad es que soy muy casera. Lo bueno de pasar las fiestas en el campo, que es donde vivo, es que todo es muy tierno.

P.: ¿Qué representa la Navidad para usted?

R.: A veces es un marrón, porque siempre variamos con quién comemos o cenamos, no tenemos nada fijo. Es un tetris, pero también es bonito compartir esa ternura, estar en familia, jugar a juegos de mesa, volver a sacar la decoración…

P.: ¿Qué próximos proyectos tiene en mente?

R.: De momento, ver cómo se recibe el estreno de Los protegidos: el regreso, porque su continuación está un poco en el aire. Si todos los astros se alinean y sigue, yo no diría que no, porque me parecería bonito.

Además, tengo un proyecto el año que viene que mola mucho y que va a ser mi primera vez fuera de España. Pero aún se están cerrando cosas, así que hasta que no me vea en el sitio rodando me he hecho una coraza, para que no me dé vergüenza si se cae [risas]. Pero bueno, es interesante y es toda una aventura, va a ser genial.

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