El recibo de la luz se encarece un 46,7%, los carburantes un 31,1% y la inflación llega al 5,5% a las puertas de la Navidad

Evolución de la inflación en los últimos 30 años.
Evolución de la inflación en los últimos 30 años.
Henar de Pedro
Evolución de la inflación en los últimos 30 años.
La inflación llega al 5,5% a las puertas de la Navidad.
EUROPA PRESS

La elevada inflación que azota a medio mundo sigue sin dar tregua a menos de diez días de que comiencen las celebraciones navideñas. Los precios de los bienes y servicios de consumo más habituales en los hogares españoles fueron un 5,5% más caros en noviembre que hace un año, impulsados de nuevo por los altos costes de los bienes energéticos y de los carburantes. 

Así, el precio de la luz es ahora un 46,7% más caro que hace doce meses, lo que representa el segundo nivel más alto desde que hay registros (el máximo se alcanzó en octubre con un encarecimiento del 62,8% interanual), mientras que llenar el depósito cuesta, de media, un 31,1% más. Todo ello ha presionado al alza el Índice de precios del consumo (IPC) de noviembre, del que el Instituto Nacional de Estadística ha publicado datos más detallados este miércoles.

La subida que se ha confirmado este miércoles es una décima inferior a la que el INE avanzó a finales de octubre, lo que no impide que la inflación registrada siga siendo la más elevada de los últimos 29 años. No se registraba un encarecimiento del consumo comparable desde noviembre de 1992. 

Al margen de la electricidad y los carburantes, decenas de otros bienes se han encarecido también claramente por encima de la media. Es el caso de los hidrocarburos licuados (categoría que incluye el butano y el propano), cuyo precio es ahora un 33,6% superior al de hace un año, el aceite de oliva (25,5%), la estancia en hoteles, hostales y otros servicios de alojamiento (25,5%), el gas natural (11,3%), los refrescos (10,5%), la margarina (10,3%) o las bicicletas (7,7%).

Los elevados precios en combinación con la incertidumbre por la evolución más reciente de la pandemia suponen una presión añadida para los hogares, que afrontan ya la temporada de gran consumo por Navidad. Unas fiestas que estaban llamadas a ser las primeras con ciertos niveles de normalidad tras un 2020 marcado por el virus, pero que ahora se acercan bajo la amenaza del repunte de la incidencia.

Las causas

Las razones que explican estas alzas de precios no son siempre las mismas. Por ejemplo, el encarecimiento de los refrescos se debe a la subida del IVA de los mismos y la de los hoteles, al desplome de los precios registrado el año pasado, lo que distorsiona la estadística. Sin embargo sí comparten una serie de características comunes que se repiten en buena parte del mundo.

Los elevados precios de la energía, impulsados fundamentalmente por la escasez de gas y el coste creciente de las emisiones de CO2, están encareciendo los costes de producción de las empresas. Por otro lado están los cuellos de botella en la cadena de suministros globales. La falta de ciertas materias primas como los semiconductores con los que se fabrican los microchips también está presionando al alza los precios en un contexto pandémico en el que los consumidores están desplazando parte de su gasto tradicional en servicios a bienes materiales.

A ello se suma que la Covid sigue provocando interrupciones en la producción de las fábricas de todo el mundo, especialmente en China, que mantiene una política especialmente estricta de control de los contagios. Además, los costes del transporte también están disparados. Junto a estos factores influye además el denominado efecto base: dado que el año pasado muchos precios se desplomaron tras la sacudida de la pandemia y las restricciones que trajo consigo, el alza que se está registrando este año se amplifica al tomarse como referencia un periodo de precios anómalamente bajos.

Una consecuencia: la pensión media subirá 43 euros mensuales

Una de las consecuencias más tangibles del dato de IPC de noviembre es que ya sabemos cuánto costará la revalorización de las pensiones. El Gobierno volvió a vincular estas prestaciones a la inflación tras la aprobación de la primera pata de la reforma del sistema de pensiones, a la que el Consejo de Ministros dio el visto bueno el pasado julio.

El mecanismo aprobado por el Ejecutivo prevé que las pensiones se revaloricen en función de lo que marque el promedio de la subida del IPC interanual registrada en los doce meses anteriores a diciembre, que asciende al 2,5%. Este dato tendrá dos efectos sobre los costes del sistema.

El primero lo provocará la 'paguilla', una compensación a la que tienen derecho los pensionistas que estaban en el sistema el año pasado por una subida de precios superior a la prevista. El Ejecutivo predijo en los presupuestos para este año que 2021 cerraría con un IPC promedio del 0,9%, por lo que los pensionistas tendrán derecho a una compensación de su prestación de un 1,6% adicional -la diferencia entre la predicción y el dato real- cuyo importe total representaría un gasto de 2.300 millones de euros para las arcas del Estado. 

*(Puedes consultar los datos utilizados para elaborar este cálculo y los pasos empleados en este enlace).

El segundo es la revalorización propiamente dicha que, con el número de pensionistas de noviembre y la prestación media que percibían dicho mes, supondría un coste para las arcas públicas cercano a los 3.660 millones de euros. En su conjunto, el efecto de la inflación sobre el sistema de pensiones costará a las arcas del Estado unos 5.921 millones de euros.

Desde la perspectiva del pensionista, si se tiene en cuenta que la prestación media del sistema a 1 de noviembre era de 1.038 euros, la paguilla le supondrá un extra de unos 17 euros al mes (aunque este importe se cobra en una misma paga que incluye la cuantía de todo el año). Sobre esta base habría que aplicar la revalorización del 2,5% que dejaría la nómina mensual de 2021 en 1.080,96 euros, 42,96 euros más que si las pensiones no se hubieran revalorizado con el IPC. 

Si se sigue el mismo razonamiento para la pensión por jubilación promedio (1.194,94 euros al mes), la paguilla elevaría la cuantía hasta 1.214,06 y la revalorización llevaría la nóminas hasta los 1.244,42. En total la subida ascendería a 49,5 euros mensuales.

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