La muralla islámica saca a la luz la València de hace mil años

Aspecto general de la excavación con la muralla y, a la izquierda, el foso y el cementerio.
Aspecto general de la excavación con la muralla y, a la izquierda, el foso y el cementerio.
Eduardo Manzana
Aspecto general de la excavación con la muralla y, a la izquierda, el foso y el cementerio.

Los trabajos de rehabilitación de la muralla islámica de València, ubicada en pleno barrio del Carmen, en el casco antiguo de la ciudad, están sirviendo para rescatar de la degradación y poner en valor no solo este bien patrimonial, sino todo el conjunto defensivo de la urbe entre los siglos XI y XIII, con elementos como el antemural, la liza para el paso de los soldados y el foso.

La intervención en el tramo de la plaza del Ángel, que comenzó el pasado mes de marzo y tiene un plazo de ejecución de 15 meses, también ha sacado a la luz elementos posteriores, como el cementerio cristiano de la parroquia de la Santa Cruz, un brazo de la acequia de Rovella que seguía el trazado defensivo y la posada del Ángel, que funcionó entre los siglos XVI y XX y que aprovechó la estructura de la muralla.

Trabajos de consolidación en los andamios instalados en la muralla islámica.
Trabajos de consolidación en los andamios instalados en la muralla islámica.
Eduardo Manzana

Además, el equipo de arqueología ha catalogado más de 1.200 cajas de material, sobre todo cerámica, pero también cuerpos del camposanto, objetos de época musulmana y algún anillo o moneda. Con la excavación prácticamente finalizada, el siguiente paso será la construcción del Centro de Interpretación de la Muralla, que servirá para explicar y contextualizar el recinto desde tres alturas junto a un jardín abierto que reproducirá el foso y agua en movimiento.

"La excavación está casi acabada y ya tenemos la información. Ahora estamos en la fase de consolidación de la muralla y con los cimientos del Centro de Interpretación, donde también se excavará para dejarlo al mismo nivel de la época islámica", explica la jefa de sección del Servicio Municipal de Arqueología (SIAM) del Ayuntamiento de València, Pepa Pascual.

Excavación

Esta excavación, que llegado hasta los cinco metros de profundidad, permite ver todos los elementos del sistema defensivo de la ciudad entre los siglos XI y XIII: la muralla, el antemural o barbacana, una liza para el paso de los soldados y el foso, que ha quedado al descubierto. "Pensamos que aprovechaba un barranco natural y por eso creemos que seguía el trazado de un brazo antiguo del Turia de época romana", detalla Pascual. Además, se ha constatado la diferencia de cota entre el interior y el exterior de la ciudad, ya que la parte intramuros estaba 1,5 metros más elevada.

El foso, junto al antemural y la canalización.
El foso, en el centro, junto al antemural y la canalización, a la derecha.
Eduardo Manzana

A partir del siglo XII se refortifica la ciudad con nuevos elementos como el antemural, ya que la muralla y la torre son del siglo XI. "Después de la conquista cristiana, se colmata el foso y se derriba el antemural, pero la muralla se queda porque se acaba utilizando como medianera de casas y por eso se ha conservado", asegura la arqueóloga. Los cristianos también construyen la canalización que forma parte de la acequia de Rovella (siglos XIV-XV) y un siglo después se acaba cubriendo, para lo que aprovechan el muro de la barbacana.

Objetos hallados

La mayor parte de los hallazgos corresponden a objetos de cerámica, mucha de ella relacionada con la muralla. "Se han encontrado restos de hueso trabajado (un fragmento de avifat, escápula o trozo de hueso de animal con todas las letras del alfabeto islámico grabadas). También alguna moneda, restos de ajuar y de vajillas, así como fragmentos de lápida funeraria de época islámica procedente del cementerio islámico de Roteros) y cerámica fatimí de importación de Túnez y Egipto", expone Pepa Pascual. Una vez catalogados, parte de ellos se expondrán en el Centro de Interpretación de la Muralla.

Cajas con los materiales encontrados en la excavación.
Cajas con los materiales encontrados en la excavación.
Eduardo Manzana

Cementerio cristiano

En el camposanto se han encontrado muchos más enterramientos de los previstos, con 340 tumbas. La mayor parte no son individuales, contienen varios cuerpos que comprenden de los siglos XIII al XIX. Un muro medieval separa este conjunto del cementerio y la parroquia de la Santa Cruz, que se reconvirtió desde la primitiva mezquita en una de las primeras iglesias de la ciudad. Tiene grafitis, lo que permite constatar que estaba al aire libre y marcaba la cota.

Labores de excavación en el cementerio cristiano.
Labores de excavación en el cementerio cristiano.
Eduardo Manzana

Según explica el antropólogo Ángel Rubio, también se han hallado monedas en cuerpos, "algo que no es habitual", así como pendientes y restos de vestuario tales como una hebilla, un rosario, un collar, y algún anillo. Los investigadores están detectando en los huesos algunas enfermedades infecciosas, como tuberculosis o sífilis. Se trata de adultos relativamente jóvenes, de 20 a 30 años, con la esperanza de vida esperada para la época. En niños, las edades van de 1 a 6 años, incluso recién nacidos, lo que da idea de la alta mortalidad infantil. 

Un cráneo asoma en el antiguo cementerio de la parroquia de la Santa Cruz.
Un cráneo asoma en el antiguo cementerio de la parroquia de la Santa Cruz.
Eduardo Manzana

Se espera que los análisis posteriores de laboratorio arrojen más información, como la dieta (derivada del desgaste de los dientes) o el tipo de trabajo, que ya indica el esfuerzo continuado por la artrosis detectada en los cadáveres infantiles. Como curiosidad, se ha encontrado un caso singular de trepanación (una operación en el cráneo): no hay una causa clara del motivo por el que se le realiza, pero sí está claro que murió como consecuencia de ella, apuntan los investigadores.

Los trabajos en la muralla

El equipo multidisciplinar que trabaja a pie de andamio está consolidando la muralla y quitando los elementos intrusivos de siglos posteriores. Hay restos de casas adosadas, como escaleras y paredes. Para reconstruir la muralla original se va a utilizar la técnica de tapiado original: arena, grava y piedras, que daban como resultado una muralla muy sólida y difícil de tumbar para quien asediaba la ciudad. Actualmente se están haciendo estudios para ver qué proporción se emplea de cada material.

Investigadoras trabajan sobre el lienzo de la muralla islámica.
Investigadoras trabajan sobre el lienzo de la muralla islámica.
Eduardo Manzana

Este elemento defensivo se utilizó incluso con posterioridad a la conquista cristiana, hasta 1356. Ese año, con la guerra contra Castilla, se levanta una nueva muralla con unos nuevos límites. Donde ya no tiene sentido se derriba y en otros tramos, como el que se está rehabilitando, se usa como medianera para casas, lo que permitió su supervivencia.

La torre es de la misma época que la muralla (de hecho la muralla conectaba distintas torres), salvo la parte superior, donde hay viviendas fruto de añadidos posteriores.

Posada del Ángel

Este edificio del siglo XVI, anexo a la muralla, tenía un patio con caballerizas y se han encontrado agujeros de los pesebres. Lo utilizaban como alojamiento personas que venían a la ciudad a vender productos con animales. Estuvo en funcionamiento hasta la riada de 1957.

Restos de una escalera construida en el interior de la propia muralla.
Restos de una escalera construida en el interior de la propia muralla.
Eduardo Manzana

Tello: "Un proyecto muy ambicioso"

"La rehabilitación de la muralla islámica es un proyecto muy ambicioso de recuperación del patrimonio histórico de València, en este caso del siglo XI, y es una apuesta muy importante por parte del Gobierno de Joan Ribó por rescatar y poner en valor la historia de una ciudad, como es València, diversa y que ha vivido etapas históricas muy diferentes que han enriquecido nuestra sociedad", afirma la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello.

Sección del recinto tras su rehabilitación. De izquieda a derecha, el Centro de Interpretación, la muralla, el foso y la zona ajardinada.
Sección del recinto tras su rehabilitación. De izquierda a derecha, el Centro de Interpretación, la muralla, el foso y la zona ajardinada.

"Consideramos muy importante la construcción y puesta en marcha de un edificio de nueva planta como Centro de Interpretación de la Muralla, un elemento que complementará y acabará de dotar de sentido a esta inversión esperada durante tantos años y que es verdaderamente importante para la ciudad", añade.

Figuración virtual de la propuesta para el recinto una vez rehabilitado.
Figuración virtual de la propuesta para el recinto una vez rehabilitado.

Centro de Interpretación de la Muralla

Una vez rehabilitada la muralla y el recinto en su conjunto, se explicará mediante un Centro de Interpretación cuyos primeros trabajos de construcción acaban de comenzar con una excavación para habilitar un sótano al nivel de los restos. Además, se habilitará una zona ajardinada con un hilo de agua que evoque la función de la acequia de Rovella.

Fachada del futuro Centro de Interpretación de la Muralla Islámica en la plaza del Ángel.
Fachada del futuro Centro de Interpretación de la Muralla Islámica en la plaza del Ángel.

Según explica Elisa Moliner, arquitecta de la dirección facultativa de las obras, algún aspecto del proyecto inicial podría sufrir modificaciones para integrar nuevos restos arqueológicos hallados, como por ejemplo el muro medieval que separa el cementerio del foso.

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