A FONDO | Las horas más bajas de Boris Johnson: de las fiestas pandémicas a la multa por las donaciones "secretas"

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
FACUNDO ARRIZABALAGA/POOL
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.

Por primera vez desde que es primer ministro británico más de la mitad de los ciudadanos consideran que Boris Johnson debería dimitir. La crisis (o las crisis, en plural) le acechan. Desde hace una semana la sombra se cierne sobre el premier por la presunta celebración de varias fiestas en su residencia de Downing Street, aunque él ha negado que se produjeran. Algunos medios británicos como 'Times' hablan ya de hasta siete celebraciones en los tiempos más duros de la pandemia de Covid, cuando la población estaba sometida a importantes restricciones para frenar el virus.

Todo comenzó con rumores y la posterior filtración precisamente de un vídeo de una de las fiestas. Johnson aseguró en todo momento que, si se celebró, él no estuvo en la misma. En todo caso, pidió disculpas también en nombre de su Gobierno. "Me disculpo sin reservas por el dolor que ha causado en todo el país y por la impresión que produce, pero repito que me han asegurado repetidamente que no hubo fiesta y que no se rompieron las reglas contra la Covid", sostuvo, al tiempo que copaba portadas una escena en la que una de sus asesoras, Allegra Stratton, se mofaba de la situación. Stratton dimitió este mismo miércoles entre lágrimas.

"Me han asegurado repetidamente que no hubo fiesta y que no se rompieron las reglas contra la Covid"

Pero el problema para Johnson no está solamente en esas fiestas sin miedo a la Covid. La Comisión Electoral de Reino Unido ha multado este jueves al Partido Conservador con 17.800 libras (más de 20.700 euros) por no "informar correctamente sobre la donación" que permitió una polémica reforma del apartamento del primer ministro. Ha apuntado que la formación "no tuvo un registro contable adecuado" sobre esa donación. El partido, eso sí, tiene previsto apelar la multa.

La Comisión Electoral ya había señalado que había motivos "suficientes" para "sospechar que pudo haber ocurrido una infracción o infracciones" en torno a los trabajos de reforma de la vivienda, que saltaron a la palestra después de que su ex asesor jefe, Dominic Cummings, apuntara a un presunto plan para que los donantes los pagaran "en secreto". Aunque no hay normativas que prohíban la posibilidad de recibir donaciones, los políticos británicos tienen que declararlas públicamente, para que la ciudadanía pueda conocer quién les ha dado dinero y dilucidar si los donantes tienen influencia en las decisiones que toman.

A Johnson se le acumulan los problemas

Estas situaciones han hecho que la oposición laborista pase al ataque. Su líder, Keir Stamer, llegó a pedir la dimisión de Johnson si se demuestra "que ha mentido al Parlamento". La pérdida de credibilidad de los tories hace que los laboristas hayan empezado a crecer en los sondeos, pero queda por saber si esta es una crisis más para el Gobierno británico o, por el contrario, será el principio del fin. El contexto además es muy complicado, con los peajes del brexit o los choques con Francia por la pesca o la migración.

A todo lo anterior hay que sumar también la investigación sobre el hecho de que han sido encontradas trazas de cocaína en diversos lavabos del Parlamento británico. No es la primera vez que un escándalo de este tipo se levanta en el Parlamento. Hace tres años se encontraron rastros de esta sustancia en varias estancias restringidas a los parlamentarios, aunque estos echaron la culpa a los turistas. En esta ocasión, el presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, declaró que "las informaciones sobre consumo ilícito de drogas en el Parlamento son profundamente preocupantes".

Los lugares donde se han encontrado rastros de cocaína están repartidos por todo el edificio, e incluyen los baños mixtos en una de las zonas de prensa, así como lavabos de hombres y mujeres cercanos al despacho del primer ministro, Boris Johnson, y el asiento del presidente de los Comunes. Según 'The Sunday Times', "decenas de diputados, lores, consejeros, investigadores y empleados han compartido sus historias sobre abuso de drogas en los pasillos del poder del Reino Unido bajo condición de anonimato". En el último año habrían sido arrestados dos vendedores de droga y otras 13 personas por poseer sustancias ilícitas.

El mandato de Boris Johnson ha estado -y sigue estando- lleno de turbulencias. Lleva en el cargo desde julio de 2019 y desde entonces ha tenido que pilotar (con más sombras que luces) la salida del Reino Unido de la UE, con los choque que esto ha conllevado, ha ganado unas elecciones de forma rotunda y sus polémicas personales se han inmiscuido de lleno en la vida política. Ahora el líder conservador vive sus horas más bajas. Falta por ver si lo son tanto como para hacerle dimitir.

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