Adolfo Ortega

Tras un puente en que miles de personas giran en torno a la Plaza Mayor con tocados inexplicables, la vida cultural madrileña continúa ofreciendo opciones que extienden sus fechas de vigencia casi hasta el fin de año. El circo parece estar de enhorabuena con propuestas muy interesantes; una joven poeta se inspira en Cervantes para renunciar a la derrota; los tiempos modernos ante los que un genio se resistía a sucumbir; una historia ilustrada del Madrid de los ochenta; las múltiples facetas del Ballet Nacional; y una programación navideña repleta de funciones infantiles.

1. Circo - '1921 Madrid Circus Festival'

Adolfo Ortega

1921 Madrid Circus Festival es un nuevo espectáculo que llega en Navidad al Gran Cabaret del Espacio Ibercaja Delicias. Destinado a niños y mayores, flamantes estrellas de la élite circense internacional les trasladarán a un circo de  hace cien años, a través de un viaje en el tiempo que resultará fascinante.

Las funciones circenses aprovechan el atractivo decorado que se usa para el musical The Hole, con todo ese variado colorido y desbordante juego de luces, para recrear un circo de corte clásico en el que destaca un vestuario y maquillaje muy cuidados, de sabor antiguo. Acrobacias, equilibrismo, ejercicios en altura… todo lo que se puede pedir a un show de circo, conducido por un Jefe de pista muy especial: David Moreno, presentador estrella de Boing TV y de programas como La Casa de los Retos o Toc, toc... ¿se puede?, y además periodista de esta casa.

A su alrededor se mueve un amplio grupo de artistas, algunos bastante impertinentes como esos sirvientes que no dan una: Tinto, Tonto, Tanto y Tente; Bruno Candado, el payaso enfadado; Arantxa Fernández y Coral Quiñones como Virtudes y Marianela, las aéreas gemelas; Olegario Macanudo, nuestro hombre forzudo al que vemos en la fotografía colgado de unas pesas; Duo Forza (Lian Álvarez y José Sánchez) como Gominolo y Golosino, equilibristas supinos, y muchos más.

Adolfo Ortega

1921 Madrid Circus Festival alza su carpa en el Espacio Ibercaja Delicias, un lugar que ofrece muchas posibilidades al extenderse en una superficie de 18.400 metros cuadrados. Está situado en la parte trasera del Museo del Ferrocarril y tiene espacio al aire libre donde encontramos actividades divertidas. Desde pequeños hasta mayores, podrán medir su fuerza con el mazo del forzudo, caminar entre los zancudos, dejarse sorprender con los tragafuegos, correr, posar, bailar y picar algo en los 'food truck'.

2. Exposición - ‘Madrid Metal, una historia ilustrada de los 80’

Curro Suárez

Madrid en los años 80 rezumaba música heavy. En los barrios (Vicálvaro, Hortaleza, Aluche, Tetuán, Vallecas, etc.) donde la heroína y el desempleo hacían estragos, chavales de largas melenas y pantalones ajustados escuchaban música en sus habitaciones y en los parques. Para ir de conciertos, ahorraban lo que podían. En los bajos de Moncloa, en las tiendas de discos, en el Rastro o en la sala meca del rock duro, el Canci (Canciller), se juntaban los heavies de todas partes de la ciudad. La música lo era todo: juventud e identidad.

Madrid Metal quiere rendir homenaje a lo más importante de aquella época: los recuerdos de los que la vivieron que, aún sin ser personajes famosos, sí fueron verdaderos protagonistas. A través del testimonio de los jóvenes del momento, ya fueran aficionados irreductibles, compradores en Discoplay, periodistas especializados, vocalistas de un grupo o simplemente aquel con el que compartir unas cervezas en los locales de moda, la exposición ilustra los conceptos que definieron la escena heavy madrileña con los dibujos de autores de ahora. Así recorremos iconos de la época como los billares, el cine Covadonga, las tiendas de discos, los recreativos, los puestos más punk del Rastro, las cintas de casete y, lo más barato de todo ello, el banco del parque en el que, por supuesto, había que sentarse sobre el respaldo. 

Adolfo Ortega

“Siguiendo la fórmula de la historia ilustrada -explican los comisarios, Miguel B. Núñez y Tevi de la Torre- Madrid Metal no es un recuento enciclopédico de los 80 en Madrid. Más bien, es un manual sencillo para todos aquellos que no vivieron ese lugar y ese tiempo. En la historia reciente de Madrid, el heavy metal es el mejor ejemplo de cómo la música puede dar lugar a un verdadero movimiento en el que la juventud encuentre su lugar y su identidad, al margen de lo establecido”. 

Por último, hay que resaltar que se ha editado un folleto en forma de fanzine, donde se recogen todos los textos e ilustraciones de la exposición -aunque los ejemplares están volando. Hay versión en formato electrónico, aunque esto pueda parecer una herejía.

3. Teatro - 'Ternura y derrota' por Luna Miguel

Sergio Parra

Conectar los textos clásicos con la creación actual es el propósito de la Compañía Nacional de Teatro Clásico en su ciclo Diálogos contemporáneos, tomando como punto de partida los espectáculos que se programan a lo largo de la temporada. Las propuestas son pequeñas piezas en las que se da libertad al autor para elegir el formato más adecuado a su propósito: autoficción, conferencias, instalaciones, monólogos, etc. De este modo surge la colaboración con una poeta de éxito como Luna Miguel, que toma como punto de partida el argumento y los versos que Cervantes plasmó en El cerco de Numancia, para proponer una relectura personal. Así pues, mientras Ana Zamora dirige Numancia hasta el día 30 de diciembre en el Teatro de la Comedia -funciones de las que dimos cuenta un tiempo atrás en los planes para el fin de semana-, en la sala Tirso de Molina de ese mismo teatro, unos pisos más arriba, Luna Miguel propone un monólogo titulado Ternura y derrota.

Luna Miguel ha escrito y dirigido esta obra en la que ella misma sale a escena para dar vida a Ternura, un personaje femenino que se “desnuda” ante el público a través de un monólogo. "Es la protagonista, la voz que nos lee una serie de cartas sobre la escena. Esa voz femenina contrariada, que pone en duda su propia existencia, que quiere deleitarse con su propio dolor, que cuestiona cosas como que solo el sí es sí, y que propone siguientes pasos tras el #metoo", explica. Luna Miguel concluye: "Quiero pensar que lo que el público encontrará es la intimidad del cuarto de una chica. Su olor, su oscuridad y sus secretos. Ella se llama Ternura, pero de lo que nos hablará será de su placer y de sus derrotas".

La iniciativa escénica gira en torno a una cama ubicada en el centro de la amplia y oscura sala Tirso de Molina, iluminada por focos a ras de suelo que aportan algo de calidez a la escena. Luna Miguel extrae sus cartas de varios sobres y lee el contenido mientras traza parsimoniosamente un cerco discontinuo a su alrededor con adoquines de granito. Regresa a la protección de la cama, objeto en que la ternura tiene cobijo, pero también otros elementos más perturbadores, y sigue desgranando las vivencias y reflexiones de ese personaje con nombre sin par, Ternura. La sucesión de textos tiene algo de salmodia, puesto que la escritora no emplea recursos declamatorios, excluye la musicalidad en su recitado y la gestualidad es mínima, otorgando de este modo mayor identidad a su discurso. El perdón y el permiso, el juego de la sumisión con o sin normas pactadas y el abuso que rompe todas esas barreras, atraviesan los textos que van dejándose caer, como los ramilletes de flores blancas que descienden desde las alturas y se incorporan al cerco de piedra. Finalmente, citas de diversos autores sobre el Amor van aportándose, y se unen al mineral y la flor para delimitar un refugio protector.

4. Danza - ‘invocación’ por el Ballet Nacional de España

JESUS_ROBISCO

El Ballet Nacional de España regresa en diciembre al Teatro de la Zarzuela, un espacio donde se siente como en su casa, si no fuera porque prácticamente ya lo es, para presentar un programa titulado Invocación, donde podremos encontrar tres componentes de su idiosincrasia más genuina: la danza estilizada, la escuela bolera y el flamenco. En la segunda parte del espectáculo, Rubén Olmo, director del Ballet, quiere rendir homenaje al coreógrafo y director Mario Maya, que abrió nuevos caminos al flamenco a lo largo de su vida, imprimiendo un sello característico en coreografías con un cuerpo de baile extenso, donde era un auténtico maestro. Mario Maya fue una figura fundamental en el desarrollo de numerosos artistas del baile como Israel Galván, Rafaela Carrasco, Belén Maya, Isabel Bayón y tantos otros.

El espectáculo se abre con la coreografía Invocación bolera, en la que el director del Ballet Nacional pretende actualizar la esencia de la escuela bolera tradicional, que él adquirió de su maestra Aída Gómez. Este estilo de danza surge en el siglo XVIII en España como cruce entre diversos bailes populares andaluces y la danza académica. Hay que destacar que en esta ocasión se empleará un precioso vestuario confeccionado a finales de los años ochenta para la coreografía Fandango, que apenas se había sacado a escena en 15 funciones. Es pertinente amortizarlo, sobre todo cuando la calidad de las sedas y telas que allí se tejieron casi no se encuentra ya en el mercado.

Tras esta coreografía, Rubén Olmo bailará como solista Jauleña, donde combina el zapateado con la granaína, palo flamenco este último que no se había incorporado al baile hasta que Eva Yerbabuena lo hizo. La música ha sido compuesta por Manuel Busto, tanto en la primera coreografía como en esta Jauleña, quien destacó el lujo de contar con una orquesta como la de la Comunidad de Madrid para interpretar sus partituras, como ya sucedió en el programa La Bella Otero, del que hablamos aquí antes del verano. Para cerrar la primera parte, se anuncia esa faceta de la danza estilizada del más genuino corte tradicional, con la coreografía Eterna Iberia, donde se combinan números grupales y solos, sacando a relucir las castañuelas, el sombrero cordobés y la capa española.  

5. Cine - 'Tiempos modernos' de Charles Chaplin

Charlie Chaplin

La Fundación Juan March dedica parte de sus actividades al cine, dentro de una programación completa y variada que cuenta con eventos casi todos los días de la semana. En otoño de 2019 inició un ciclo sobre los Orígenes del cine social, que se vio interrumpido por el motivo que todos conocemos, aunque hubo opción para que cineastas como Murnau, Pabst o Eisenstein pasaran por la sala de proyección.

Una de las películas que no podía faltar en un ciclo de naturaleza social es Tiempos Modernos (1936) de Charles Chaplin, que es un reflejo del período de la Depresión norteamericana, donde aparece el desempleo, las manifestaciones obreras y el trabajo mecánico de las cadenas de montaje, atenuado todo por la capacidad genial de Chaplin para construir escenas hilarantes, a lo que sumaba un sentido ingenuamente poético.

Tras el éxito de Luces de la Ciudad en 1931, Chaplin atravesó una etapa en la que asistió perplejo a la transformación que el surgimiento de las películas habladas supuso para la industria cinematográfica. Se resistía a sumarse a esa corriente imparable que conducía a una tecnificación de la labor del cineasta, e imaginar su plató invadido por cables eléctricos, grúas con micrófonos y técnicos con auriculares le causaba horror y le sumía en la depresión. “¿Cómo se podía crear algo con toda aquella chatarra alrededor?” se preguntaba en su autobiografía Historia de mi vida.

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Desalentado por todas estas circunstancias, conoció casualmente a Paulette Godard en el yate de un amigo, y entre ellos surgió al instante una atracción que les llevó a no separarse desde ese momento, comprarse un barco, navegar y andar de acá para allá. Aquella aparición acabó por reactivar su interés por volver a rodar y pronto percibió que ella sería la protagonista ideal para una nueva película, con su rostro encantador y una mirada pícara.

Chaplin siempre había sentido gran inquietud por los problemas sociales, y tenía noticia de las condiciones en las fábricas en cadena de Detroit, donde chicos sanos como robles procedentes del mundo agrícola, acababan con los nervios destrozados al cabo de unos años de trabajo mecanizado. Así que se decidió a plasmar esa situación con mucho humor, manteniendo el espíritu genuino del cine mudo -aun introduciendo puntualmente el sonido en escenas memorables-, como una reliquia del pasado que ya nadie más frecuentaba, dibujando personajes desheredados y entrañables, al margen del correr frenético de un tiempo moderno que, también al Chaplin cineasta, causaba desasosiego y extrañeza.

Previamente a la película se hará una presentación a cargo de Pablo Echart, especialista en el guión cinematográfico.

6. Teatro infantil - Programación navideña de Teatros Luchana

Teatros Luchana

Teatros Luchana se ha consolidado como un referente de teatro familiar en Madrid y aún es más evidente en la época navideña. A través del ambicioso proyecto LuchanaKids, pensado para los más pequeños de la familia, desde 2017 se pone en pie una cuidada programación teatral, así como campamentos y otras actividades.

“Hemos conseguido que muchas familias, cuando planean ir al teatro, lo primero que hagan sea mirar la web de LuchanaKids y eso nos hace, en primer lugar, estar muy orgullosos y, en segundo, exigirnos el máximo de calidad para responder a la confianza de las familias. La cartelera de Navidad da buena muestra de que, si se quiere disfrutar de las fiestas en familia, los Luchana son una apuesta segura”, explica su director Juan Jiménez.

Los teatros de la calle Luchana ya tienen preparada su cartelera con más obras programadas, más horarios disponibles y más variedad de montajes para todas las edades. Niños y bebés pueden dejarse llevar en sus numerosas salas a confines de magia, teatro y música, con espectáculos diseñados para acomodarse a la edad destinada, que cuentan con calidad interpretativa y escenográfica.

Durante los meses de diciembre y enero, LuchanaKids ofrece 17 espectáculos diferentes con horarios desde las 10h30 hasta las 20h, con un total de 360 funciones disponibles para que las familias puedan planificar su Navidad con una amplia oferta.

En la cartelera navideña se pueden encontrar desde cuentos clásicos revisados hasta la magia más asombrosa y divertida, sin olvidar las obras musicales para disfrutar en familia y el teatro para bebés. Cuentos clásicos como Los 7 cabritillos y el lobo; espectáculos de magia como Atrapado X la magia o SuperFlipado; los musicales son algunos de los preferidos para disfrutar en familia con espectáculos de gran calidad como El pequeño rey, El color de la música, etc. Por último, los primeros, los bebés, que podrán descubrir el teatro y vivir sus primeras experiencias a través de las luces, la música o los colores, que despiertan su sensibilidad, con Una rana en la luna y Una rana en el mar.