Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, la investigación se inició con la denuncia de la administradora de una comunidad de propietarios por los desperfectos causados en un edificio de la calle Magnus Blikstad durante la madrugada del último fin de semana de octubre.
Los vecinos residentes en el inmueble escucharon un fuerte ruido en el patio de luces que les había despertado y asustado, al temer que podría tratarse de un derrumbe del tejado.
Comprobaron entonces que un grupo de jóvenes abandonaba el portaldespués de haber bajado a la carrera por la escalera, por lo que estaban convencidos de habían sido los causantes de los daños ocasionados.
Estas personas habían arrojado un macetero de grandes dimensiones desde el octavo piso hasta el patio de luces, que había arrasado con los tendales, y también habían vaciado un extintor en el rellano y en el ascensor. El arreglo de los desperfectos ocasionados supusieron más de 800 euros de gastos en la comunidad de propietarios.
Los investigadores de la Brigada de Policía Judicial lograron identificar a los supuestos responsables, que resultaron ser cuatro jóvenes gijoneses, dos de ellos, menores de edad. Los cuatro fueron arrestados como supuestos autores de daños. Dos de los arrestados ya tenían antecedentes policiales por robos y daños.
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