"Por una vez daría lo que fuera por ser mujer y que mis labios besaran los suyos"

Como yo, es funcionaria y lleva trabajando conmigo apenas seis meses, pero desde un primer momento me sentí atraído por ella. No llegaba a comprender cómo a sus 31 años una mujer tan preciosa y sensual como ella no tuviera pareja. Yo a mis 45, casado y con hijos, vivía mis horas de trabajo a su lado como si fuera ocio y disfrute continuo, solo mirándola, rozándola descuidadamente u oliendo su perfume Ralph Lauren al ponerme tras ella cuando le dictaba una carta al ordenador.

Me conformo con poder pasar siete horas al día en su compañía, mirándola, rozándola, oliéndola
Cada vez con más osadía le refería lo bonita que era su sonrisa, lo atrayente que resultaban sus ojos,
lo hipnótico de su escote, pensando que tal vez pudiese
llenar un espacio de su vida, mientras ella proporcionaría emoción y aliciente a la mía.

El día que me atreví furtivamente, sin su permiso, a besarle el cuello y a acariciar su costado, me dijo muy seria, pero serenamente, que se sentía halagada por mi interés mostrado pero que tenía pareja y que en ese momento de su vida no contemplaba ningún tipo de relación añadida.

Cuando me mostró una fotografía de su pareja y resultó ésta ser una mujer de rubios cabellos me quedé sorprendido pero a la vez cautivado por los gustos de mi compañera, mientras me pedía discreción, ya que nunca lo mencionó por el temor que fuese tratada de forma distinta en el trabajo. Creo que me he enamorado. Sé a ciencia cierta que jamás podré satisfacer mis más ocultos deseos con ella, pero me conformo con poder pasar siete horas al día en su compañía, mirándola, rozándola, oliéndola, aunque ahora creo detectar dos marcas de perfumes cuando nuestros cuerpos se acercan.

Por una vez en mi vida daría lo que fuera por ser mujer y que fueran mis labios los que besaran los suyos y mis manos las que acariciaran su cuerpo. Espero que este mes de agosto pase rápido y volvamos a vernos en el trabajo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento