La cantante de Mecano, Ana Torroja, ha iniciado los trámites para convertirse en marquesa de Torroja, heredando así el título de su padre, fallecido el pasado mes de julio. A su vez, éste lo recibió de su padre, Eduardo Torroja Miret, abuelo de la artista.

Hijo del famoso matemático Eduardo Torroja Caballé, Eduardo Torroja Miret nació en Madrid el 27 de agosto de 1899. En 1923 finalizó sus estudios en la Escuela de Ingenieros de Caminos, actualmente integrada en la Universidad Politécnica de Madrid.

Tras trabajar en la Compañía de Construcciones Hidráulicas Civiles, en 1927 abre su propia oficina en Madrid. En 1932 recibe el Premio Nacional de Arquitectura por su proyecto de la Centra Térmica de la Ciudad Universitaria de Madrid.

Considerado uno de los máximos expertos del mundo en construcción con hormigón, obras suyas son creaciones como la cubierta del Mercado de abastos de Algeciras, la cubierta del Hipódromo de la Zarzuela, el Frontón Recoletos o el Viaducto de los Quince Ojos en Madrid.

Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Toulouse, por la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Chile, entre otras, y recibió las gran-cruces de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y de la Orden del Mérito Civil.

Casado con Carmen Cabanillas Prósper, su hijo José Antonio Cavanillas siguió la estela de su padre como ingeniero. Del matrimonio de éste con María del Carmen Fungairiño (hermana del que fuera fiscal jefe de la Audiencia Nacional Eduardo Fungairiño) nació en 1959 Ana Torroja.

Dos años después, en 1961 murió en Madrid Eduardo Torroja. A título póstumo, el 1 de octubre, Francisco Franco concedió al ingeniero el título de marqués de Torroja. 

"La figura señera del Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos don Eduardo Torroja y Miret, autor de numerosas y valiosas obras científicas, que consagró su vida a la investigación, a la docencia y a la realización de importantísimas obras públicas en nuestra Patria, a la que entregó todas sus actividades y enalteció con su prestigio, le hacen merecedor de la gratitud nacional, al tiempo que su eminente figura me permite dar, en su apersona, una prueba de mi reconocimiento a la ciencia española", firmó el dictador en su nombramiento.