El director de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, acompañado del director de escena, el valenciano Emilio López, han presentado este jueves la vuelta de este montaje que recrea de manera muy visual, con un lenguaje cinematográfico, la destrucción interior de la hermosa geisha por su amado Pinkerton, interpretado por el tenor Piero Pretti, mediante la desolación causada por los efectos de la bomba nuclear de Nagasaki.

La ópera, producción propia de Les Arts para la que aún quedan entradas, se estrena el próximo viernes en esta ocasión bajo la dirección de Antonino Fogliani; y se retransmitirá por streaming el 19 de diciembre.

López ha explicado que ha querido plasmar en esta reposición su evolución como director de escena desde que estrenó su montaje en octubre de 2017 "profundizando en la psicología de los personajes principales y sus miradas, trabajado más la palabra y música, y jugando con los silencios". No obstante, mantiene el origen inspirado en hermosas postales japonesas antiguas para la escena de presentación de Butterfly y el paisaje desolador provocado por la bomba atómica para mostrar la fragilidad de Cio-cio-san.

Así, para "mostrar esta destrucción que todo el mundo es capaz de ver menos ella", se sirve de un tul presente durante todo el segundo acto, como símbolo del velo que le impide a Cio-cio-san ver la realidad de su amado, y que se elimina en el tercer acto, cuando por fin ella es capaz de ver la realidad, que ha regresado pero con su esposa americana.

Asimismo, ha enfatizado la incapacidad de Pinkerton de ver las consecuencias de sus actos y la manera cobarde que tiene de enfrentarse, en el tercer acto, a la destrucción que ha provocado con su manera de tratarla. Para ello, se inspira en el piloto que soltó las bombas de Hiroshima y de Nagasaki, Charles Sweeney, que tenía 25 años entonces.

Por su parte, la cantante letona, que triunfó en València con su inolvidable Traviata en la producción de Valentino, ha explicado la larga preparación que ha seguido para poder debutar con este papel de una gran exigencia no solo física, por su envergadura vocal y duración, sino también psicológica y que le llevó a leer muchos libros sobre las geishas y a viajar a Japón para adentrarse en la cultura y la forma de vida y poder trasmitir así "la fragilidad de este personaje, una niña que tiene 15 años".

Asimismo, ha señalado que para dar veracidad a su personaje ha cuidado mucho los detalles de expresión, como los movimientos que en las mujeres orientales son "muy distintos a los de las europeas, pequeños y muy sigilosos".

Con todo, ha matizado que aunque se trata de culturas distintas Japón y Europa tienen "algo en común, la música que es el idioma que nos permite comunicar y llegar a los sentimientos" y que permite que 'Madama Butterfly' emocione aquí al igual que la Traviata en el mudno oriental.

Además, defiende que cuando su personaje habla de casarse con Pinkerton "en el fondo es una manera de escapar de su cultura": "En varias ocasiones habla de olvidar a su familia y de convertirse al catolicismo, algo terrible en el Japón de entonces, quería escapar de esa cultura pero le sale mal y ese es el drama de la historia". "Aunque intuía que su amado no volvería no quiere que nadie se lo recuerde hasta que la realidad cae delante de ella misma", señala.

ÓPERA DE REFERENCIA

El director de Les Arts ha recalcado que "dentro de nuestra búsqueda de nuevos estilos y repertorios no se puedenobviar las sensibilidades del público y Puccini es el compositor predilecto de la platea de Les Arts y dentro de su repertorio, 'Madama Butterfly' destaca por ser una de las obras dereferencia del verismo, además de por la riqueza de su partitura o el exotismo de su música".

El reparto lo completan la 'mezzosoprano' valenciana Cristina Faus, el barítono catalán Àngel Òdena (Sharpless), el tenor asturiano Jorge Rodríguez-Norton (Goro) y el bajo-barítono bonaerense Ferando Radó (Lo zio Bonzo). Además, la soprano italiana Maria Teresa Leva cantará el papel de Cio-Cio-San el día 17 de diciembre.