Todo es verdad dedicó su entrega de este miércoles al caso de Mario Biondo, tal y como había anunciado. El formato, presentado por Risto Mejide, contó con el testimonio de Santina D'Alessandro, madre del cámara de televisión fallecido en extrañas circunstancias hace 8 años.

La madre de Mario Biondo ataca a Raquel Sánchez por "mentir" y no colaborar en la investigación: "Lo sustituyó en meses"

D’Alessandro mantuvo que su hijo fue asesinado, algo que difiere con la versión oficial de la policía española, según la cual se suicidó. Bajo esa creencia, la familia contrató al criminólogo Lluis Duque, que dirigió la segunda investigación.

Este defendió que el cámara había sido extrangulado. "Hay una clara diferencia cuando se localiza un cadáver suicida por la suspensión del cuello. En el caso de Mario, el lazo además de ser extremadamente holgado, era sublaríngeo, cuando en el caso de los ahorcados es un elemento típico que el lazo siempre esté por encima de la nuez", detalló.

Además, el criminólogo matizó que la rigidez que presentaba en las extremidades inferiores era incompatible con la posición del resto del cuerpo. Tampoco le cuadró, según explicó, que todo estuviera perfectamente ordenado en torno al cadáver. 

"Cuando al individuo le falta el oxígeno, se producen una serie de convulsiones de manera descontrolada por todo el cuerpo. Si esto hubiera ocurrido, no estaría todo tan bien ordenado", añadió.

En la misma línea, la madre del cámara aseveró que no fue un suicidio ni un accidente. Este último término se comenzó a usar por parte de su pareja en aquel entonces, Raquel Sánchez Silva, que lo escribió en un tweet, según D'Alessandro. Esta también señaló algunas imprecisiones en el caso que aludían a la presentadora respecto al uso del teléfono móvil tras su muerte.

La madre no se creyó que la comunicadora se limitara a borrar sus fotos personales del dispositivo: "No fueron 196 Gigas de fotos, a saber lo que había ahí", espetó. Además, el 31 de mayo de 2013, a las 14:40 se cambió la contraseña de la cuenta del ordenador de Mario, algo que hizo que la madre se preguntara por qué se habían apresurado en borrar todos esos documentos.