Se trata de una pieza de fundición de un tamaño reducido, en comparación con las de otras iglesias de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, lo que, precisamente, ha facilitado a los ladrones poder llevarse este elemento.
También la baja altura de la iglesia propició la labor de los cacos en un edificio religioso que está en una zona aportada, ya que se encuentra situado al borde de la carretera CP-5401, el vial que une Río Seco, en Narón, con el área en donde se asientan los hospitales Arquitecto Marcide y Naval.
El párroco ya ha presentado este sábado la pertinente denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Ferrol-Narón.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios