Ha participado en la sesión 'Trabajo y ocupación post pandemia' de la Trobada d'Economia a S'Agaró (Girona), con el director del European Southern Observatory (ESO), Xavier Barcons; el director del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Josep Martorell, y el catedrático de Automatización de la UPC Josep Amat, moderados por el ceo de MWCapital, Carlos Grau.

Artigas ha destacado que España es el noveno país más digitalizado de Europa, pero de manera "muy desigual", y que tiene mucho trabajo por hacer a corto, medio y largo plazo, empezando por no dejar atrás a ningún ciudadano.

Para ella, España tiene una oportunidad histórica consigo misma y dentro de Europa, necesita colaboración público-privada, y construir dos infraestructuras: "Sistematizar la innovación y el talento", en vez de conformarse con los genios puntuales que surgen.

EUROPA

También ha dicho que "Europa es un mercado demasiado importante como para que nadie renuncie a él", pero el continente debe saber valorar sus datos y su talento, que ha definido como la gran reserva estratégica del mismo.

Por eso, ha lamentado que Europa malvende los unicornios que ha sabido impulsar; no sabe crear "grandes hubs de talento"; y debe saber sacar provecho de sus datos, compatibilizándolo con humanismo tecnológico para regularlos.

"Queremos la soberanía europea para ser competitivos", ha dicho, aunque ha insistido en que esto no debe conseguirse a costa de perder derechos individuales sobre los datos, sino que deben estar regulados por la propia Europa en vez de que los sigan controlando terceros países.

También sobre Europa, Josep Maria Martorell (BSC) ha dicho que la computación y microelectrónica es ya fundamental para todos los sectores, y que el gran problema europeo es su "absoluta dependencia tecnológica", lo cual implica problemas de seguridad, competitividad industrial y ética (la tecnología escapa al control).

Xavier Barcons (ESO) ha advertido de que la sostenibilidad no es solo ambiental, sino social y financiera, y también ha avisado de que Europa depende del exterior sobre muchas tecnologías, mientras que el continente necesita crear un equivalente a Microsoft: "Podemos ser muy amigos de EE.UU., pero eso no garantiza que vaya a ser así en los próximos 10 años".

Barcons ha afirmado que salir de los retos que surgen a raíz de la pandemia no es algo que se pueda improvisar, tampoco en la carrera de las grandes infraestructuras científicas, aunque cree que España que se está esforzando.