'Tengo información de que está escondido en un monasterio franciscano, y por tanto la Iglesia Católica le está protegiendo. He llevado este asunto al Vaticano y el Vaticano se niega completamente a cooperar totalmente con nosotros', declaró en una entrevista con el diario londinense Daily Telegraph.

La oficina de la italiana en La Haya confirmó sus palabras.

Por su parte, el Vaticano dijo en un comunicado que las comprobaciones hechas en el pasado sobre el paradero de Gotovina habían sido negativas, y pidió a Del Ponte que dé más información concreta.

La Conferencia Episcopal croata rechazó las acusaciones.

Del Ponte se mostró 'extremadamente decepcionada' porque meses de peticiones secretas ante las autoridades vaticanas, incluyendo el Papa, han sido infructuosas, por lo que ha decidido hacer público el asunto.

Según la fiscal, Gotovina, un antiguo general del Ejército croata al que se le reclama por atrocidades contra los civiles serbios de Croacia en 1995, estaría en uno de los 80 monasterios del país y el Vaticano podría encontrarle 'en pocos días'.

Afirmó que habló del asunto con el arzobispo Giovanni Lajolo - equivalente al ministro vaticano de Asuntos Exteriores - el pasado mes de julio en Roma, pero que se le dijo que el Vaticano no tiene la obligación de ayudar a la ONU a localizar a sospechosos de crímenes de guerra.

Entonces escribió al Papa Benedicto XVI, pero varias semanas después no ha recibido una respuesta, indicó la fiscal.

NOTHING SO FAR

En un comunicado, el portavoz vaticano Joaquin Navarro-Valls dijo que en el encuentro Lajolo pidió a Del Ponte 'indicar con alguna precisión' las bases para sus acusaciones, y que hasta ahora no ha respondido a esta petición.

El portavoz del Ministerio croata del Interior Zlatko Mehun dijo que la policía había comprobado las pistas de que Gotovina estaba 'en una iglesia, pero fueron erróneas'.

Gotovina, fugitivo desde 2001, está considerado como un héroe por muchos croatas por la ofensiva que recuperó el valle de la Krajina de manos de los rebeldes serbios al final de la guerra de independencia de 1991 a 1995.

El fracaso de Zagreb a la hora de entregarle al Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia en La Haya ha bloqueado el acceso del país de mayoría católica a la Unión Europea.

Informaciones aparecidas en los medios de la zona croata de la vecina Bosnia sugieren que los partidarios de la línea dura en monasterios franciscanos podrían estar dispuestos a acoger al fugitivo sin informar a la Iglesia.

Un fraile franciscano de Herzegovina, Petar Krasic del monasterio de Masna Luka junto a la frontera con Croacia, está en la lista negra de la Unión Europea por su supuesto apoyo a Gotovina.