La iniciativa consiste en ofrecer a la ciudadanía servicios presenciales a distancia a través de dispositivos denominados ARPPA (agentes remotos de puntos de atención), que se ubicarán en dependencias municipales o autonómicas.

A través de ellos, un empleado del Servicio de Atención a la Ciudadanía (SAC) del Principado facilitará las gestiones que demanden los usuarios, de la misma manera que lo haría de forma presencial.

Los puestos de atención funcionan con dos monitores, uno permite acceder al sistema de gestión y facilita una sesión de videoconferencia con el usuario, la gestión de pagos y el resto de servicios de control, mientras que el otro da acceso a la web corporativa de la entidad con la que se quiere interactuar y es donde el empleado público realiza las gestiones, consultas e interacciones propias del servicio.

De esta forma, un único empleado público podrá atender las necesidades de personas localizadas en espacios geográficos dispersos, con lo que se pretende garantizar un servicio "integral, transversal y ágil, independientemente del perfil del solicitante o del servicio requerido".

En un primer momento, se podrán gestionar trámites relacionados con la información general sobre la Administración autonómica, notificaciones, registros, empleo, pago de tasas, licencias de caza y pesca y visitas a Muniellos, entre otros servicios.