Según han explicado en rueda de prensa telemática este martes, se trata de un espectáculo de flamenco a la vez clásico y contemporáneo, con "un pie en la tradición y otro en la innovación".

Niño de Elche ha descrito la obra como un encuentro con la esencia del flamenco que, paradójicamente, puede ser considerada como de vanguardia o de experimentación: "El flamenco clásico encierra muchos materiales que están esperando a ser escuchados y tratados".

En este sentido, Galván ha añadido que todos sus pasos son muy clásicos, provienen del flamenco primitivo, y los cantes del Niño de Elche también, aunque ellos tengan su propio lenguaje.

Así, la obra propone un espacio de encuentro en el que poner en común su conocimiento del flamenco clásico para fusionarlo con vanguardias del siglo XXI como la música tecno, la electrónica y el minimalismo.

La obra no tiene decorado ni vestuario, lo que permite enfatizar la conexión entre los dos creadores: "Somos un cantaor y bailaor encerrados en una habitación que funciona como un espacio de liberación en el que jugar", ha dicho Contreras.

DE JAPÓN A GIRONA

El nombre 'Mellizo doble' subraya la idea de que, aunque Galván baile y el Niño de Elche cante, es un espectáculo sin músicos en el que se acompañan el uno al otro con el cuerpo: "Yo soy la música que acompaña a su voz. Somos dos pero en cierta manera somos cuatro", ha dicho Galván.

La idea surgió cuando invitaron a bailar a Galván a un restaurante en Japón, y decidió pedirle al Niño de Elche que le acompañara después de que él le hubiera invitado a actuar con él en el festival Sónar de Barcelona.

Así, es un espectáculo que idearon en el avión a Japón y estrenaron allí, y que el otoño pasado se pudo ver también en el Festival de Aviñón en Francia: "De Japón a Girona", ha concluido el director artístico del festival, Narcís Puig.