Un pescador de Utah, que pasaba unos días de vacaciones en las costas de Florida (EE UU) se llevó un gran susto y a la vez logró unas grandes imágenes cuando sufrió uno de los robos más sorprendentes que podía dejar la naturaleza. 

El hombre había capturado con su caña un pequeño tiburón martillo y luchaba por acercarlo a la orilla, en principio para liberarlo, cuando apareció como de la nada un enorme águila calva, que lo cogió al vuelo con sus garras. 

El pájaro se posó aún en el agua y cerca de la playa con su captura robada y allí estuvo tranquila, comiéndose al pequeño escualo, mientras Amanda Rissman, la esposa del pescador, grababa toda la escena al atardecer. 

El águila calva o águila de cabeza blanca es el símbolo nacional de Estados Unidos y es un depredador muy eficaz, capaz de llegar a medir casi 2,5 metros de envergadura. 

Estas águilas suelen capturar pequeños mamíferos, otras aves y peces y reptiles, además de ser animales oportunistas. Son capaces de cargar con presas aproximadamente con una masa equivalente a la mitad del propio peso del águila.