¿Quién asesinó a Rocío Wanninkhof? El crimen con una inocente condenada del que se vuelve a hablar 20 años después

Dolores Vázquez, acusada y posteriormente absuelta del asesinato de Rocío Wanninkhof en 1999.
Dolores Vázquez, acusada y posteriormente absuelta del asesinato de Rocío Wanninkhof 
EFE / ARCHIVO
Dolores Vázquez, acusada y posteriormente absuelta del asesinato de Rocío Wanninkhof en 1999.

Tras el estreno de los últimos documentales en las plataformas de Netflix y HBO Max, se ha vuelto a hablar del caso Rocío Wanninkhof, un crimen que copó los titulares de toda la prensa española hace ya más de veinte años. 

La historia arranca el 9 de octubre de 1999 cuando la joven Rocío Wanninkhof, de 19 años, fue a visitar a su novio, Antonio José Jurado, a su casa de la Cala de Mijas. Hacia las 21:30, la última vez que se la vio con vida, Rocío salió del domicilio para acudir a la feria de Fuengirola.

No fue hasta 25 días después cuando se encontró el cuerpo de la joven envuelto en unos plásticos en los altos del Rodeo de Marbella. El tiempo transcurrido y el estado del cadáver dificultó conocer las causas de la muerte.

Tras once meses de investigación policial, se estrechó la lista de sospechosos a tres personas, una mujer y dos hombres. Finalmente la Guardia Civil anunció que la sospechosa principal era Dolores Vázquez, expareja de Alicia Hornos, la madre de la víctima.

Dolores Vázquez, principal sospechosa

Dolores Vázquez, nacida en Betanzos (A Coruña) en 1951, dirigía un hotel en Marbella (Málaga) y era una vieja conocida de la familia que había visto crecer a Rocío. Cuando el caso se mediatizó se argumentaba que Vázquez tenía celos de Rocío porque era un obstáculo entre la relación entre ella y su madre.

El 7 de septiembre de 2000, Váquez fue detenida y sin apenas indicios sobre su implicación en los hechos, el juez decretó su ingreso en prisión y, en septiembre de 2001, fue juzgada en un proceso con jurado, en el que la Fiscalía solicitó para ella quince años de prisión por delito de homicidio. 

La propia Alicia Hornos, pareja de la acusada desde 1982 cuya relación se había terminado hacía cuatro años, estaba convencida de la culpabilidad de Dolores Vázquez y fue una de las principales instigadoras de la acusación. Durante el juicio la llegó a calificar de persona "fría y calculadora".

El 1 de febrero de 2002 la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló la sentencia al considerar que el veredicto del jurado no estuvo suficientemente motivado. Una semana después, Dolores fue puesta en libertad bajo fianza de 30.000 euros, y el 14 de marzo el Tribunal Supremo ratificó la decisión.

El caso Carbantes, decisivo para la libertad de Vázquez

En septiembre de 2003, a poco de celebrarse un nuevo juicio contra la acusada, se conoció la coincidencia de ADN entre este caso y la muerte de otra joven de 17 años, Sonia Carabantes, quien desapareció en agosto de 2003 en la localidad malagueña de Coín, cerca de Mijas. 

El ADN del presunto asesino de Sonia coincidía con los restos biológicos hallados en una colilla recogida en el lugar donde apareció el cadáver de Rocío Wanninkhof, cuatro años antes. Entonces, se detuvo al presunto autor de ambas muertes, el británico Tony Alexander King, que ya había sido denunciado por su exmujer como sospechoso de los crímenes.

El acusado era un exconvicto vigilado por las autoridades británicas que se mudó a españa en 1997. King reconoció ante el juez los dos crímenes y dijo haber cometido tres agresiones sexuales más en Málaga. King fue detenido y condenado a 53 años de prisión.

Finalmente, tras 17 meses de cárcel, Dolores Vázquez fue puesta en libertad, pero siguió "sufriendo las miradas y los codazos al verla pasar", según cuenta en uno de los documentales.

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