Según recoge el fiscal en su escrito, en torno al verano de 2016, la menor, que entonces contaba con siete años, frecuentaba la vivienda de una familiar con quien el acusado mantenía una relación de amistad.

La Fiscalía sostiene que el acusado llevó a la menor a su coche con la excusa de comprarle golosinas, y que en las inmediaciones de un parque, dentro del vehículo, cometió los abusos, además de mostrarle un vídeo pornográfico.

El fiscal también acusa al hombre de haberse llevado a la menor a una playa de Mallorca y haberla sometido a tocamientos dentro del agua, mientras el hermano de la pequeña estaba en la orilla.

La Fiscalía pide, además de la pena de cárcel, una orden de alejamiento en favor de la víctima, y que se obligue al acusado a asistir a programas de educación sexual. También pide una indemnización de 3.000 euros.