Por qué has estado usando el desodorante mal toda la vida

Una mujer utiliza un desodorante, en una imagen de archivo.
Una mujer utiliza un desodorante, en una imagen de archivo.
GTRES
Una mujer utiliza un desodorante, en una imagen de archivo.

El desodorante es un elemento básico de la higiene diaria. Lo habitual es aplicarlo, bien sea en spray, barra o roll-on, cuando salimos de la ducha y nos hemos secado bien. Pero puede ser que estés cometiendo un error.

Los expertos consideran que el momento más apropiado para aplicar desodorante en nuestras axilas, es precisamente el opuesto al habitual: hay que hacerlo por las noches, antes de dormir.

Tal y como recoge Gizmodo, este criterio sólo debe aplicarse si el desodorante incluye antitranspirante. El antitranspirante tapa los poros de sudor y reduce la cantidad de transpiración expulsada, manteniendo las axilas secas, lo que a su vez impide que se formen las bacterias que causan el mal olor.

El motivo es que durante la noche estás durmiendo, por lo que estás menos activo. La temperatura del cuerpo desciende y sudamos menos. Gracias a ese descenso de la humedad, absorbe más fácilmente el ingrediente activo en la mayoría de los antitranspirantes, el aluminio.

En otras palabras, la piel tiene más tiempo para absorber el antitranspirante, lo que lo hace más efectivo si se hace por la noche y cuando, durante el día, estamos sudando.

Lo bueno es que si te duchas por la mañana, el efecto del desodorante y antitranspirante no se pierde aunque te laves las axilas en la ducha cuando te levantes, porque dura entre 24 y 48 horas.

Precisamente, en referencia a la ducha, el desodorante no debe aplicarse justo después de la ducha, porque tiene que ser con la piel seca para que sea lo más efectivo posible.

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