Un muro en la frontera o Frontex: discrepancias en la UE para afrontar la crisis entre Polonia y Bielorrusia

Charles Michel con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
Charles Michel con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
MARCIN OBARA
Charles Michel con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.

Bielorrusia, con el apoyo de Moscú, ha encendido una mecha muy complicada de apagar para la UE. Cuando se trata de migraciones y ante la ausencia de una política común al bloque se le ven las costuras y llegan las discrepancias. La crisis que se ha desatado, orquestada por Minsk, por las llegadas masivas de migrantes a la frontera polaca ha vuelto a poner sobre la mesa que existen posturas muy alejadas. Navegan estas entre la construcción de muros y vallas para fortificar las fronteras o recurrir a las herramientas de las que ya dispone la Unión, como es el caso de Frontex.

Austria, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Grecia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia y Eslovaquia ya han firmado una carta, remitida a la Comisión Europea, en la que piden "una barrera física" en sus fronteras para evitar situaciones como las que se están viviendo. Precisamente la financiación de muros y vallas en Polonia es una opción que no descarta para nada el presidente del Consejo Europeo, que se ha reunido este miércoles con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. 

"Bielorrusia está usando la angustia de los migrantes de una manera cínica y sorprendente. En nuestro último Consejo Europeo lo condenamos y decidimos responder a estos ataques", recordó, y pasó la pelota al tejado de la Comisión Europea para que "proponga todas las medidas necesarias en consonancia con la legislación de la UE, las obligaciones internacionales y los derechos fundamentales". Y lanzó la propuesta diferencial: "Hemos abierto el debate sobre la financiación por parte de la UE de infraestructuras física de las fronteras". Michel asegura, además, que sería sostenible jurídicamente.

Ursula von der Leyen no quiere escoger ese camino. Desde la Comisión Europea descartan de momento la fortificación de fronteras y llaman a Varsovia a que recurra a Frontex, que podría desplegar sus agentes para controlar la llegada de migrantes "de manera ordenada". El Gobierno de Morawiecki necesita solicitarlo, y por ahora no lo ha hecho -tampoco lo hizo España en su momento con Marruecos-. En el Presupuesto de la UE, asimismo, existen partidas para mejorar el control de fronteras, pero ninguna de esas asignaciones están destinadas a la construcción de muros o vallas. En este sentido, existe el temor de alimentar discursos extremistas.

Entretanto, está previsto que este lunes los 27 amplíen las sanciones contra Bielorrusia y contra aerolíneas nacionales, y Michel no descarta que se añada también en ellas a los países de origen o tránsito de los migrantes que no colaboren con Bruselas. Además, Morawiecki ha pedido una cumbre telemática extraordinaria "antes de diciembre" para explorar nuevas medidas, entre ellas la financiación de vallas. Pide también endurecer las sanciones porque, considera, tal cual están planteadas ahora "no están funcionando". 

Varsovia quiere por tanto avanzar hacia "sanciones económicas" que hagan más daño a Lukashenko y asegura que dará "una respuesta firme" tras reforzar los controles militares e incluso dispersar a los migrantes. En materia de medidas restrictivas la UE cuenta además con un régimen de sanciones para violaciones y abusos graves de derechos humanos, al que también se podría recurrir en la situación actual. "Si no somos capaces de convencer con argumentos debemos estar dispuestos a decidir sobre sanciones específicas y operativas, porque necesitamos ser firmes. Lo que ocurre es grave y debemos reaccionar de manera firme", terminó diciendo Michel.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento