La bajada del IVA de compresas, tampones y pañales seguirá siendo una asignatura pendiente del Gobierno, en cuyo seno no se ha logrado alcanzar un consenso para reducir el gravamen del 10% en productos que son de primera necesidad para las mujeres. 

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En los Presupuestos Generales del Estado para 2022 no figura ninguna medida destinada a reducir los impuestos de la higiene femenina o aquellos vinculados a la crianza de los hijos mediante la denominada "tasa morada". Esa diferenciación fiscal, no obstante, fue un asunto que se marcó como objetivo tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la anterior legislatura; como el propio Ministerio de Igualdad este mismo año. 

Pero la bajada fiscal se 'cayó', tanto de los presupuestos de este año, como en los previstos para el siguiente. Esta vez, según declaran fuentes de Igualdad a 20minutos, se debe a la negativa del "socio mayoritario" del Gobierno, es decir, del PSOE, a incluir esta medida en las cuentas debatidas esta semana en el Congreso de los Diputados. 

El Ministerio de Hacienda, por su parte, se limita a recordar que el Gobierno está a la espera de conocer las conclusiones del comité de expertos al que se le ha encargado diseñar una futura reforma fiscal en profundidad. Ese informe se conocerá previsiblemente en febrero de 2022. En su comparecencia de esta semana en el Congreso, la ministra María Jesús Montero recordó que, precisamente por ello, estas cuentas sólo incluyen leves ajustes en materia fiscal, pero no medidas de calado.

Rebajar el IVA a la mitad

El fin, según desgranó en mayo la directora del Instituto de las Mujeres, Antonia Morillas, era impulsar una reforma fiscal que reduzca el IVA de los productos de higiene femenina, las copas menstruales, los preservativos y los pañales, tanto de niños como de adultos, al 5%. Además, igual que lo propuesto en un principio por el PSOE, se pretendía tributar al 4% (en lugar del 10%) el impuesto de las compresas y tampones. 

Pese a no haberse incluido la inclusión de esta 'tasa morada', las mismas fuentes del departamento dirigido por Irene Montero aseguran que no "desfallecerán" en su empeño por lograr que se les aplique el IVA superreducido que se aplica a todos los productos de primera necesidad (como el pan, la leche o la harina); y, en última instancia, erradicar la "pobreza menstrual" que afecta a las rentas más bajas.  

Ya lo avanzó la propia ministra en octubre, cuando se comprometió a "seguir peleando" por las exigencias que quedaron al margen del acuerdo para el proyecto de presupuestos. "Esta vez no ha sido posible, pero lo vamos a seguir peleando", aseguró entonces a los periodistas.

La 'tasa morada' fue excluida de las cuentas junto a la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad y el 'cheque bebé'. Estas dos últimas medidas, apuntó Montero, se recogerán en la ley de familias que prepara su departamento junto con el Ministerio de Derechos Sociales. 

Esta es una reivindicación que tanto organizaciones como las propias consumidoras llevan reclamando durante décadas. La Unión Europea ya dio vía libre a los países en 2007 para que aplicaran tasas impositivas con descuentos a los productos sanitarios femeninos. No obstante, 14 años después, sigue sin ser una realidad. 

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En Irlanda, por ejemplo, tienen un trato de tasa cero para los productos sanitarios para mujeres, aplicado incluso antes de la legislación de la UE. En Reino Unido está impuesto actualmente en el 5%, mientras que en Francia es del 5,5%. 

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), pese a que el gasto medio de estos productos es "muy variable", una mujer puede llegar a gastarse hasta 50 euros al año únicamente en productos para la menstruación (compresas, tampones, bragas menstruales o copas menstruales). Además, al cabo de toda su vida fértil, la organización destaca que ese gasto asciende a más de 2.000 euros.