El obispo de Barbasbro-Monzón, monseñor Ángel Pérez, ha sostenido que cada uno, como en una familia, "aporta lo que puede: tiempo, cualidades, la oración o el donativo, por pequeño que sea, puntual o periódico".

En este contexto, ha hecho una llamada "a la fidelidad", también a través de la solidaridad ya que gracias a esta colaboración "muchas personas pueden ser acompañadas, ayudadas, recibir esperanza y reencontrarse cada día con Dios".

El prelado se ha referido también a la reestructuración diocesana emprendida, cuyo objetivo final no es otro que intentar ofrecer a cada uno de los hijos de este Alto Aragón oriental "un adecuado y digno servicio pastoral, tanto humano, como espiritual".

"Nosotros simplemente hacemos de canal de transmisión para que llegue a los más desheredados, a proyectos culturales; nos sentimos corresponsables con el Altoaragón y por eso no queremos estar solo en las sacristías, sino también en las plazas, aportando", ha añadido monseñor Pérez.

El obispo ha participado en el acto de presentación de las cuentas de 2020, junto con el ecónomo diocesano, José Huerva, donde se ha puesto de manifiesto que del total del gasto, el 38% se ha destinado al área de caridad.

En total, la diócesis gestionó un presupuesto de 4.261.114,73 euros, de los que 1.413.500 proceden del Fondo Común Interdiocesano -asignación tributaria- y 1.326.367,53 de las aportaciones de los fieles.

MEMORIA

La memoria de 2020 refleja, asimismo, que la labor de los 67 animadores de la comunidad, que llegan allí donde los presbíteros, 76, no pueden, cada domingo. Además, la diócesis cuenta con 229 catequistas, que se entregan a la formación de los más jóvenes y 400 voluntarios de Cáritas Diocesana. Todos ellos han permitido atender a 11.111 personas en 33 centros diocesanos.

Entre estos últimos, los hay para la defensa de la familia y la vida, que han ayudado a 4.437 personas, y para mitigar la pobreza, que han apoyado a 4.859. Asimismo, en 2020, 946 diocesanos acudieron a los centros de la Iglesia para la promoción del empleo y un centenar recibieron cuidados en casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad.

El año pasado, con la pandemia y sus limitaciones, 206 niños fueron bautizados, 415 recibieron la Primera Comunión, a 239 jóvenes se les administró la Confirmación y celebramos 35 matrimonios. Además, la diócesis suma seis centros católicos concertados y uno privado, con 2.379 alumnos y 183 docentes.

PARROQUIAS SOSTENIBLES

En relación con la reestructuración diocesana, el ecónomo ha subrayado la necesidad de conseguir que las parroquias sean, al tiempo, sostenibles y solidarias. Para eso, se está realizando un programa de reuniones del equipo de Economía y el de Comunicación con los consejos económicos de las parroquias, comenzando por el arciprestazgo del Bajo Cinca.

"Parroquia por parroquia, con los seglares, hablamos de la necesidad de trabajar el sostenimiento, de cubrir los gastos y de tener un remanente", ha señalado José Huerva. Eso permite afrontar imprevistos y, sobre todo, ser solidario con parroquias pequeñas en núcleos muy poco poblados.