Un 'arcade', suelo de cristal y estudio de grabación: así es la casa de Iker Jiménez y Carmen Porter

Los periodistas Iker Jiménez y Carmen Porter, en 2019.
Los periodistas Iker Jiménez y Carmen Porter, en 2019.
GTRES
Los periodistas Iker Jiménez y Carmen Porter, en 2019.

Lo normal sería pensar que viven en una antigua casa en la que aún se escuchan los gritos, psicofonía mediante, de los inquilinos que fueron asesinados en ella. O una mansión que en realidad está erigida sobre un antiguo cementerio. O en una vivienda futurista con forma de OVNI. Pero nada más lejos de la realidad -nunca mejor dicho-: Iker Jiménez y Carmen Porter disfrutan, cuando no están en el plató de Cuarto Milenio, de una relajada vida en un hogar que les viene pintiparado para todas sus inquietudes, que por supuesto van mucho más allá de los fenómenos paranormales, comenzando por el mayor de los milagros: Alma, su hija de diez años.

Porque más allá de todos los mitos y leyendas que puedan haber tratado a lo largo de los años, el matrimonio siempre ha buscado la tranquilidad cuando dejaban de pensar en el trabajo. De ahí la importancia de que eligieran una zona que les diera ese plus de relax para su última mudanza. "Antes vivíamos en un piso en el centro de Madrid y ahora estamos en una casa en La Moraleja. De esta forma hemos evitado también a gente que no entiende que nosotros somos periodistas y no videntes, y que nos esperaban a la salida", explicó Porter en una entrevista con Diez minutos, sobre cómo el cambio además les benefició de cara a los fans acosadores.

Lo primero que llama la atención de su vivienda es el inmenso jardín que la rodea y en la que los presentadores aprovechan cuando hace buen tiempo tanto para tomar el sol como para practicar deporte con su hija (tienen instalada una canasta de baloncesto) o incluso para que corran y jueguen sus mascotas: los perros Merlín, Tao y Goldie, así como sus varios gatos. Sin embargo, ha sido gracias al confinamiento primero y a las redes sociales luego que han ido poco a poco enseñando las diferentes partes de su casa y en ella hay varias partes que destacan.

Hay que comenzar, sin lugar a dudas, por el lugar que más fotografían: su biblioteca. Quizá porque allí investigan, trabajan, descansan o porque es un lugar que parece un escenario perfecto para un whodunnit, la biblioteca es la habitación por excelencia de la casa, donde destaca su suelo de cristal (y cómo sería que alguien viese al asesino desde la planta inferior) o la inmensa cantidad de libros y estantes repletos de tomos y tomos, todos bien ordenados y rigurosamente colocados. 

"Leo bastante novela, pero en casa tenemos todo tipo de temas: terrorismo, espiritualidad, religión, libros antiguos que colecciono sobre el demonio… Los coleccionistas nos llaman cuando ven algo interesante, libros que estuvieron prohibidos. Muchas de las cosas que saco en Cuarto Milenio sorprenden porque no vienen de Internet, sino que vienen en los libros. Hay todo tipo de saberes. Es precioso. Es un legado que espero que mi hija disfrute de mayor", explicó Porter sobre un total de casi 25.000 ejemplares.

Eso sí, no todos están dedicados a lo espiritista, sino que en dicho cuarto también está el espacio destinado a la música en casa de Jiménez y Porter. Y es que el presentador suele hacer sus propias composiciones musicales, por lo que necesita la crème de la crème: el amplísimo escritorio sostiene una doble pantalla, un teclado, una mesa de mezclas, un micrófono, un foco y hasta hay espacio para más revistas y libros u objetos de decoración.

La cocina, muy funcional con isla en medio, dado que a Carmen le gusta cocinar ("En casa siempre cocino yo y soy buena anfitriona con mi familia y mis amigos", declaró), no suele ser el espacio más fotografiado. O, al menos, no tanto como el que es la segunda estancia en importancia de la casa: el Estudio Alma, donde el matrimonio lleva a cabo sus grabaciones radiofónicas, con pequeña nevera incluida y una gran mesa por la que han pasado desde las mascotas, la magia o la nostalgia.

Un "todo son ventajas" que explica Porter: "Era difícil compaginar tanto trabajo con la vida familiar. Al poco de nacer, Alma se quedaba los sábados a dormir en casa de sus abuelos porque nosotros llegábamos a casa a las cinco de la madrugada. Empezó a decir que no nos veía los fines de semana –aunque entre semana estábamos todo el tiempo con ella– y decidimos dejar el programa de radio antes de descuidarlo. Ahora estamos en la radio de Mediaset, pero lo hacemos desde nuestra casa".

Por último, dos habitaciones que son casi de ensueño: primero, la sala de recreativos, que viene con una máquina de arcade incorporada y una silla de gamer, así como una pared decorada con algunos de los intérpretes favoritos del matrimonio; y segundo, el cuarto de su hija, llena de todo tipo de juguetes y en la que predominan los tonos pastel.

Esta fantasía, eso sí, ha hecho mella en Alma, puesto que según su madre ya va poco a poco sacando a relucir la sangre de la familia: "Está acostumbrada a ver en casa imitaciones de cabezas reducidas de jíbaros y juega con ellas como un juguete. En una ocasión estábamos cenando en una terraza de Ibiza y pasó un avión, se levantó, muy seria y con su media lengua dijo: '¡Mami, papi, un OVNI, un OVNI!'. Ella dice que es detective. A veces se coge una linterna y sale al jardín a buscar huellas y animales". Lo que no ocurra en esa casa...

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