Se trata del fundador de una organización campesina dedicada a la lucha por la tierra y de un representante estudiantil, ambos perseguidos judicial y militarmente en Colombia.

El programa, que tiene previsto acoger a cinco activistas por año a partir del 2010, pretende proporcionar ayuda a los defensores de los derechos humanos amenazados en todo el mundo y generar una red de contactos y colaboraciones entre los asilados y la sociedad catalana.

A partir del martes y durante seis meses, los dos acogidos colombianos seguirán una agenda que incluye contactos con las instituciones (Parlamento, Naciones Unidas o Unión Europea) y el trabajo con entidades catalanas de defensa y promoción de los derechos humanos, o actos públicos de sensibilización social.

Los activistas que participen en el programa redactarán sus experiencias en un libro y estarán acompañados por dos personas que les ofrecerán servicios de primera acogida, así como ayuda jurídica y psicosocial.

En la presentación del programa, el secretario de Interior de la Genaralitat, Joan Boada, ha explicado que, una vez los activistas regresen a sus países transcurridos los seis meses de estancia, se realizará un seguimiento de su situación, hecho que permitirá crear "una red de contactos" en favor de los derechos humanos.

Boada también ha expresado su interés en que el programa sirva para difundir los testimonios de los activistas, y para "mostrar las violaciones de los derechos humanos que se cometen en el mundo".

Por su parte, el concejal de Derechos Civiles, Joaquim Mestre, ha incidido en el "salto adelante" que supone el programa, y ha explicado que está previsto acoger a activistas de colectivos vulnerables, "como las mujeres o los gais y lesbianas".