Tecnológicamente estaba todo listo. Y respecto a los contenidos (¡los contenidos!, ¿a quién le importan los contenidos?), concluyeron: se repite todo hasta que huela, es en pruebas.

Los abogados plantearon el problema de fondo: Alberto Ruiz-Gallardón solicitó en su día emitir en digital, no en analógico, e Industria no va a aceptar la puesta en marcha de un nuevo canal en analógico cuando el horizonte europeo es digital. Fue entonces cuando Esperanza Aguirre habló: no pasa nada por repetir la programación, dijo, así no gastamos ni un euro en producir.

Y respecto al problema jurídico, argumentó: «¿Quién va a notar si estamos emitiendo en analógico o digital? No se va a dar cuenta nadie».