Ambas manifestaron que trabajaban en el bar pero carecían de contrato, mientras que el local fue precintado y puesto a disposición judicial, según una nota de prensa del Consistorio gijonés.

Los hechos ocurrieron a las 18.30 horas de este pasado martes, cuando una patrulla, que estaba realizando el servicio de control de licencias y cumplimientos de las medidas COVID, observó que este local hostelero no tenía expuesta la licencia de apertura. Asimismo, los agentes vieron a otra mujer abandonar el local apresuradamente.

Una vez en el interior, percibieron un fuerte olor a hachís y cómo una de las dos detenidas, que se encontraba detrás de la barra del bar, introdujo un objeto que tenía en la mano en uno de sus bolsos. Por todo ello, solicitaron refuerzos, entre ellos, un agente guía con su perro.

A una de las mujeres implicadas se le ocupó un trozo pequeño de supuesto hachís y, en la cocina, se encontró una caja con otros dos fragmentos de la misma sustancia de 97 y 39 gramos, así como 1.045 euros en billetes en otra caja diferente.