Un buen currículum, una buena preparación y una interesante trayectoria profesional son las mejores armas para conseguir un empleo. Pero todo puede quedar en nada si no acertamos con la presentación. La carta de presentación, que muchos candidatos desprecian, puede ser fundamental.
De hecho, los expertos comparan una carta de presentación con una tarjeta de visita. Los departamentos de selección de personal quieren conocer de antemano algo de nuestra personalidad y eso lo pueden (quieren) ver en la carta de presentación. Al añadirla al currículum estamos mostrando nuestras capacidades comunicativas.
Según una encuesta de ResumeLab, con la opinión de más de 200 responsables de contratación, la mayoría de ellos quieren ver esas cartas de presentación. Incluso, al menos un 81% asegura que realmente las lee. Sí, estas "tarjetas de presentación" vuelven a ser importantes.
En los resultados de una encuesta similar hecha en 2011, solo 53% de los reclutadores consideraban las cartas de presentación como indispensables. Después, en 2019 ya fueron 65% de los encuestados quienes ya exigían una carta de presentación.
Evita la jactancia: sonar como un creído y más cuando no se justifique con resultados todas las maravillas que escribimos de nosotros mismos
Y sin embargo, muchos candidatos siguen creyendo que las cartas de presentación ya están obsoletas, especialmente cuando se solicita trabajo por internet. Pero parece que los gerentes de contratación las siguen viendo como un elemento importante en los procesos de selección.
Cómo redactar una buena carta de presentación
De las respuestas de la encuesta se deduce que hay que optar por ser breve y ágil. El 82% de los reclutadores dijeron que una carta de presentación debe ser máximo de una cuartilla. Lógico: los departamentos de selección de personal no tienen tiempo para leer la historia de nuestra vida.
Las tipografías pueden afectar la fluidez de la lectura y el impacto del mensaje de tu carta de presentación. Si eligimos mal el tipo de letra, probablemente el reclutador no quiera leer nuestra carta. La tipografía es una de esas pequeñas cosas que hacen una gran diferencia, sobre todo hablando de la primera impresión.
El 76% de los reclutadores descartan a un candidato al leer un error de ortografía
Para los reclutadores las fuentes que mejor le van a un currículum son estas:
- Times New Roman: 70%
- Calibri: 50%
- Arial: 44%
- Cambria: 31%
- Garamond: 28%
De estas cinco, tres son fuentes serif: Times New Roman, Cambria y Garamond. Y por supuesto, la oveja negra, la que nunca debemos usar, es la Comic Sans. Las fuentes sans-serif transmiten una imagen más neutral, así que si quieres que tu tipografía transmita rasgos más específicos, Times New Roman u otras fuentes Serif, serán la mejor opción.
La ortografía, por supuesto
En un mundo donde cualquier procesador de texto marca con rojo los errores ortográficos, es imperdonable dejar pasar cualquier tipo de correcciones. Más allá de lo penoso que podría ser, una carta o CV con faltas de ortografía demuestra un interés nulo por conseguir el empleo.
En la encuesta, el 76% de los reclutadores dijeron que al encontrar un error de ortografía, automáticamente descartan la candidatura. De hecho, al preguntarles a los profesionales de selección cuál creían que era el peor error en una carta de presentación, una de las respuestas más repetidas fue errores ortográficos y gramaticales.
El saludo: cuidado con ser informales
Recuerda el estudio de ResumeLab que la forma la que nos dirigimos en una carta de presentación es un elemento crucial. Es un documento formal, por lo que requiere un saludo formal. Al preguntar a los responsables de RRHH por los saludos demasiado informales, un 35% lo consideró un error moderado, un 26% lo ve como un error grave y para un 17% es un error mínimo. Sólo un 20% consideró que no había ningún problema.
Cuidado con el “a quien corresponda”. Aunque es un saludo formal, los reclutadores no lo consideran del todo apropiado. De hecho, a un 30% les parece un error moderado y a un 17% un error grave.
Y por supuesto, nada de mentiras. El 38% de los responsables de departamentos de selección de personal consideran que mentir en la carta de presentación es un problema grave; el 30% lo ve un problema moderado; el 19%, mínimo; y sólo el 9% considera que esto no es un problema.
Otros errores que podrían costarnos un disgusto con nuestra carta de presentación son la jactancia (presumir o alardear), usar frases cliché, repetir lo que ya se ha escrito en el currículum, no incluir la información solicitada y no usar palabras clave.
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