La investigación se inició con la denuncia de ese vecino después de la agresión, que daba cuenta de la agresión que había sufrido en un garaje comunitario del barrio de Nuevo Roces . El denunciante explicó que desde hacía una semana había notado la falta de herramientas y efectos que guardaba en su plaza de aparcamiento y al comentar esta circunstancia en la comunidad, le habían referido que otros vecinos también habían sufrido la desaparición de material que almacenaban de forma esporádica en ese espacio.

Con la intención de averiguar la identidad del responsable de estas sustracciones, decidió primero investigar por su cuenta, efectuar una vigilancia dentro de su vehículo para sorprender al intruso y después dar aviso a la policía de lo sucedido.

Durante la guardia realizada había observado como accedía al garaje un coche que había activado la puerta con un mando a distancia pero luego no estacionaba en ninguna plaza y su conductor se había bajado para comprobar las puertas y maleteros del resto de los automóviles aparcados en ese lugar.

Ante la sospecha de que se trataba del autor de los robos se aproximó a él para pedirle explicaciones e impedirle salir, mientras intentaba llamar a la policía. La reacción de este individuo fue acometerle y arrebatarle el móvil para imposibilitar que alertase a los cuerpos de Seguridad.

En el forcejeo mantenido con este hombre se había caído al suelo, circunstancia que había aprovechado su agresor para subirse la vehículo e intentar abandonar el garaje. FOTOGRAFÍA E INTENTO DE ATROPELLO

El requirente explicó que pese a los envites de su atacante había logrado mantener el teléfono móvil en su poder, por lo que hizo una fotografía a la parte trasera del coche que huía.

La luz emitida por el flash puso en alerta al conductor que, de forma inmediata y a toda velocidad dio marcha atrás con la intención de atropellarle teniendo que protegerse entre dos coches.

En ese momento se abrió la puerta del garaje y la mujer que entraba, tuvo que apartarse de forma apresurada para impedir ser arrollada por la marcha precipitada de ese vehículo que bajaba por la rampa sin dejar de acelerar.

Los investigadores con los datos recabados en el lugar de los hechos y las grabaciones de la víctima lograron la identificación de la persona denunciada, un vecino de Pola de Siero de 30 años de edad.

Tras su identificación fue detenido como presunto autor de robo con fuerza y delito leve de lesiones. Los agentes averiguaron que esta persona había accedido la primera vez aprovechando la salida de un vehículo y en esa primera incursión había logrado sustraer un mando a distancia del interior de un coche que había utilizado para sus ulteriores entradas clandestinas.