Fernández Carriedo, quien ha participado en la participación de un estudio de CaixaBank sobre la economía de Castilla y León, ha puesto en valor los sectores agroindustrial y farmacéutico, que en Burgos tienen amplia presencia, para encarar la recuperación económica en los próximos meses.

En este sentido, ha recordado que Castilla y León fue una de las comunidades autónomas menos perjudicadas por la recesión y por eso ahora afronta ya un proceso de recuperación, si bien es cierto que aún solo se ha recuperado el 44 por ciento de lo perdido durante los cinco trimestres consecutivos de recesión que registró la Comunidad.

En cualquier caso, ha señalado que hay que construir el futuro desde la realidad actual, en la que hay que tener en cuenta tanto la parte estructural como la coyuntural del momento en el que nos encontramos.Por ello, ha explicado que "se tardará un tiempo" en alcanzar el nivel económico anterior a la crisis sanitaria, a la vez que ha insistido en que la Junta trabaja en lograr ese objetivo.

Para esto, ha apostado por una fórmula que compagine el techo de gasto con una bajada de tributos y el aprovechamiento de los Fondos Europeos para la Recuperación, Transformación y Resiliencia, a la vez que ha remarcado la necesidad de alcanzar acuerdos con los agentes sociales y económicos, como está haciendo el Gobierno autonómico.

En este proceso, ha dicho, también hay que tener en cuenta factores negativos como el alto coste de la energía, que repercute en las familias y la actividad empresarial, así como el desabastecimiento que padecen algunas factorías o determinadas decisiones del Ejecutivo central que generan "gran inquietud".