La energética pública que promueve el Govern se centrará en producir y gestionar energía y "en ningún caso" será una comercializadora, según los planes de la Conselleria d'Acció Climàtica que dirige Teresa Jordà. El ejecutivo catalán pretende "influir desde la administración" en el sector de la energía, y convertir a la administración en generadora de energía en espacios públicos como edificios, infraestructuras, carreteras, embalses o canales. 

El Govern aprobará el decreto de huella de carbono antes de acabar el año

La energética pública, además, ha de poder participar en la propiedad de nuevas plantas de generación renovable o entrar en la gestión de las centrales hidroeléctricas donde caduquen las concesiones. Hay una, por ejemplo, que caduca en 2026.

El ejecutivo plantea la opción de instalar placas solares en los techos de edificios públicos, o usar terrenos de titularidad pública actualmente en desuso o sin una finalidad clara para la instalación de nuevas plantas de energía renovables

De hecho, el Govern ya prevé una partida en los nuevos presupuestos para crear un equipo de personas que trabaje para "identificar" las posibles estrategias de esta nueva energética pública, que todavía no tiene fecha para ser una realidad.

Entre otras medidas, el ejecutivo plantea la opción de instalar placas solares en los techos de edificios públicos, o usar terrenos de titularidad pública actualmente en desuso o sin una finalidad clara para la instalación de nuevas plantas de energía renovables, que podrían ser, entonces, de la energética pública.