La Sagrera es un barrio del distrito de Sant Andreu de Barcelona densamente poblado y que comparte con el próximo barrio de Navas un único ambulatorio, que se ha quedado pequeño tanto para las especialidades y profesionales que lo conforman desde hace 15 años como para los más de 37.000 vecinos (35.500 en el año 2020) a los que atenderá una vez se instalen los nuevos residentes de las diversas promociones de vivienda en marcha con las que cuenta la zona. 

Tras años de reivindicaciones tanto vecinales como de los propios médicos y enfermeras del Centro de Atención Primaria (CAP), que ocupa los bajos de un bloque de viviendas de la calle de Garcilaso (dos plantas de unos 2.000 metros cuadrados de superficie), este miércoles se ha presentado la nueva ubicación del ambulatorio en un solar del Passatge Bofarull anexo al polideportivo La Sagrera. 

La parcela tiene una superficie de 1.000 metros cuadrados que permitirá levantar un nuevo bloque de hasta cuatro alturas y un global de 4.000 metros cuadrados destinados al equipamiento. Los usos deportivos temporales en la pista de entrenamiento del solar del Passatge Bofarull se trasladarán a otro emplazamiento de cara a que se inicien la obras del nuevo CAP, aproximadamente en 2023. 

El cambio de usos del terreno se formalizará en las próximas semanas, ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este miércoles, para luego comenzar el proceso de cesión al Servei Català de la Salut (CatSalut) y la aprobación en Pleno. 

Esta ubicación se ha impuesto finalmente a la que también se barajaba en el espacio ubicado en la calle Gran de la Sagrera con la calle de Berenguer de Palou, que es actualmente un aparcamiento. En el solar se va a construir un edificio de pisos de protección oficial cuyos bajos, de 5.200 metros cuadrados, se valoró como posible nueva sede del CAP. 

Las quejas vecinales sobre las deficiencias del actual CAP La Sagrera se redoblaron en 2018, antes de la pandemia, cuando el Institut Català de la Salut trasladó el servicio de pediatría al CUAP Passeig de Maragall y al CAP Casernes

Triunfo de la lucha vecinal 

En el acto de este miércoles por la tarde han participado tanto representantes del consistorio como de Salut y de las dos principales entidades que han hecho presión para que esta ampliación sea una realidad: la Plataforma Salvem el CAP La Sagrera y la Associació de Veïns de La Sagrera. Las quejas se redoblaron a partir del pasado año 2018, antes de la pandemia, cuando el ICS trasladó el servicio de pediatría al CUAP Passeig de Maragall y al CAP Casernes del distrito. 

AAVV SAGRERA

Ampliación del CAP actual en un modulo cercano 

Este nuevo emplazamiento lo ha hecho posible el acuerdo que han alcanzado el Ayuntamiento de Barcelona y el Institut Català de la Salut (ICS), que contempla la construcción de un módulo provisional junto al actual ambulatorio para ampliar las actuales instalaciones durante el tiempo que duren los trabajos de la nueva edificación, que se calcula que sean unos cinco años. 

Este bloque de apoyo se emplazará en la calle Baixada de la Sagrera, a unos 300 metros del CAP actual. La cercanía hará posible "una movilidad ágil tanto desde el punto de vista de los equipos profesionales que trabajan como para las personas usuarias", ha explicado el consistorio. 

Así, en 2026, La Sagrera podría contar con un nuevo CAP operativo en el que se presten los actuales numerosos servicios del centro de la calle Garcilaso: medicina de familia, enfermería, pediatría, odontología, trabajo social y atención a la salud sexual y reproductiva. De los más de 100 profesionales que trabajan en las instalaciones de Garcilaso, hay 26 enfermeras, una por cada 1.411 pacientes, una cifra similar a la de los facultativos del centro. 

Este CAP es un centro de referencia de 18 escuelas de la zona, así como de un centro de menores, y además gestiona tres residencias de mayores y otra de salud mental

A todo este volumen de atención "no adecuada desde hace años", según los vecinos, se añade que este CAP es un centro de referencia de 18 escuelas de la zona, así como de un centro de menores, y además gestiona tres residencias de mayores y otra de salud mental. También ofrece visitas de consultas de especialistas en cardiología, endocrinología, neumología y salud mental infantil y juvenil. 

A todas las limitaciones de efectivos sanitarios y de espacio, además de la amplia cartera de servicios que gestiona, se ha de sumar a este práctico colapso del equipamiento de Sant Andreu el impacto de la pandemia y todas las alteraciones relacionadas con la crisis Covid que ha afectado tanto a este como a los otros 40 CAP que tiene desplegado el ICS en la ciudad de Barcelona. 

Satisfacción en el barrio

Desde la Associació de Veïns de la Sagrera han valorado este miércoles muy positivamente que dos administraciones (Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat) se hayan puesto de acuerdo en la mejora de un equipamiento que «mostraba carencias desde 2016». Antonio Ibáñez, de la AAVV, ha resaltado en declaraciones a 20minutos.es que en esta lucha vecinal «las instituciones se han dado cuenta de que tenían que estar donde debían, que es con la gente».