Qué difícil es ser jefe, un buen jefe: cuántos tipos hay y qué valoramos en ellos

  • Los empleados piden empatía y reconocimiento, y las empresas, honestidad y visión global.
  • ​Este sábado 16 se celebra el 'Día internacional del jefe'.
Un jefe en la oficina.
Con la transformación digital a un jefe se le piden nuevas virtudes.
GTRES
Un jefe en la oficina.

Qué difícil es ser jefe, un buen jefe. Se trata de tener la capacidad de tomar decisiones y hacerlo bien; de tener poder sobre un grupo de personas y sacar lo mejor de ellas, y en beneficio de la empresa, pero respetándolas y sabiendo valorar lo que aportan. Este sábado 16 se celebra el 'Día del jefe'.

Claro que hay muchos tipos de jefes y no sólo en función de si respetan o no a sus subordinados. Según su forma de gestionar, IEBS Business School considera que hay seis tipos de jefe:

Estilo coercitivo

Es el del jefe rígido e inflexible. Cuando se usa este estilo se dan muchas órdenes directas sin ofrecer a los subordinados la oportunidad de expresar sus ideas y opiniones. No opta por el sistema de recompensas y se centra en criticar y castigar los fallos generados por las desobediencias.

Estilo orientativo

Esta clase de jefe se centra en crear una visión y explicar a los trabajadores qué hay detrás de ella. En este estilo de gestión sí que se tiene en cuenta la opinión y las ideas de los trabajadores. Premia el buen rendimiento pero también penaliza los fallos. Los trabajadores entienden perfectamente qué es lo que se espera de ellos.

Estilo de gestión afiliativo

Fomenta lazos afectivos entre los trabajadores. Su prioridad consiste en promover un ambiente agradable en la empresa descuidando aspectos como la dirección y la fijación de objetivos: lo prioritario son las personas. Es incapaz de castigar el malo para evitar confrontaciones. En muchos casos cosecha la lealtad de sus empleados.

Estilo participativo

Este estilo de gestión se basa en la confianza en los trabajadores, por lo que sus opiniones e ideas son tenidas en cuenta buscando siempre el consenso. Fomenta la confianza, el respeto y el compromiso del grupo. Respecto al sistema de recompensas, se centra en premiar el buen desempeño sin ser demasiado severo con el malo.

Estilo imitativo

El jefe se implica en el trabajo predicando con el ejemplo. Marca unos objetivos elevados y los ejemplifica tomando como estándares la rapidez y la capacidad. Ante los problemas, opta por resolverlos él mismo, lo que puede convertirse en un problema cuando sea incapaz de atender todo el trabajo personalmente.

Estilo capacitador

Este jefe ayuda a sus trabajadores a conocer sus propias fortalezas y debilidades. Ofrece autonomía al equipo para que marque sus propios objetivos proporcionando orientación al trabajador para fomentar su desarrollo profesional.

Pero los tiempos están cambiando. La irrupción de la pandemia y la adaptación a nuevos escenarios de trabajo han dado como resultado el establecimiento parcial o total del teletrabajo. El impacto de la transformación digital hace que a un jefe se le pidan nuevas virtudes.

Cómo ser buen jefe en tiempos del teletrabajo

¿Cómo ejercer un buen liderazgo en los nuevos escenarios de trabajo? Udemy propone cinco claves para hacerlo:

  • Definir la dinámica laboral
  • Comunicar de forma clara, transparente y constante
  • Establecer cronogramas de trabajo sincrónico
  • Hacer un trabajo orientado a resultados
  • Tener metodologías ágiles para el cambio constante

Así son nuestros jefes, pero ¿cómo deberían ser? ¿Qué cualidades debería tener el jefe o líder ideal? Según un estudio de InfoJobs, lo más valorado es saber reconocer, felicitar y apreciar los logros, además de tratar bien al equipo (para un 47%). Sin embargo, si comparamos los resultados de 2021 con años anteriores, los atributos relacionados con la inteligencia emocional son cada vez más importantes en un jefe ideal por parte de los empleados.

Qué le pedimos a un jefe

En el último año, las cualidades que más han crecido en este sentido son la empatía, la humildad, la capacidad de comunicar y la escucha activa, que son las más valoradas para el 42% de los empleados españoles (+3,5 puntos porcentuales respecto a 2019).

Los atributos relacionados con la inteligencia emocional son cada vez más importantes para los empleados

Otras habilidades relacionadas con actividades organizativas o de liderazgo como son, por ejemplo, delegar, tener experiencia, saber priorizar o tener una visión global han ido reduciendo su importancia en la construcción del jefe ideal. Los últimos puestos del ranking sobre las cualidades que debe tener un jefe ideal están ocupados por tener carisma en el trabajo (10%), pensamiento crítico (8%) y pasión (ambas con un 6%).

Si se comparan las cualidades de un jefe ideal para empleados y empresas, se aprecia cierta divergencia ya que, aunque la honestidad, el compromiso y saber trabajar en equipo durante la jornada laboral son habilidades de suma importancia para ambos grupos, la empatía y el reconocimiento son atributos importantes solo para los empleados, mientras que el compromiso, la honestidad y la visión global son indispensables para las empresas.

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