Los Mossos que dispararon contra el ojo de una manifestante en las protestas por Hasel alegan que siguieron el protocolo

  • La joven perdió el ojo tras ser presuntamente disparada por una bala de foam por parte de los Mossos d'Esquadra. 
Una joven, herida con una pelota de goma en las protestas contra la detención de Pablo Hasel en Barcelona.
La joven que perdió un ojo durante los disturbios por Hasel.
HUGO FERNÁNDEZ
Una joven, herida con una pelota de goma en las protestas contra la detención de Pablo Hasel en Barcelona.

Los dos escopeteros de los Mossos d'Esquadra investigados por las lesiones a una manifestante que perdió el ojo por una bala de foam en las protestas a favor de Pablo Hasel han mantenido ante el juez que dispararon siguiendo los protocolos, que obligan a apuntar por debajo del abdomen.

Según han informado fuentes jurídicas, ambos agentes han prestado declaración esta mañana como imputados ante el juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, que investiga la querella que presentó la joven tras perder un ojo presuntamente por el disparo de un proyectil de foam de los Mossos el pasado 16 de febrero, cuando se encontraba en la Via Augusta de Barcelona.

Los dos agentes se han acogido a su derecho a no responder a las preguntas de la acusación particular y la popular -ejercida por el centro de derechos humanos Iridia- y, si bien han reconocido que dispararon proyectiles de precisión en la zona por los disturbios que se habían desatado, han precisado que siempre lo hicieron de acuerdo con los protocolos policiales.

Esos protocolos, que Interior publicó en su página web el pasado mes de abril -cuando las heridas causadas a la manifestante reabrieron el debate sobre el uso de ese tipo de material antidisturbios- establecen que el foam debe dispararse siempre por debajo del abdomen, pero acepta que se apunte a las extremidades cuando la persona a neutralizar tenga en sus manos un "objeto arrojadizo, contundente o arma blanca".

Asimismo, han afirmado que no recordaban que sus disparos alcanzaran la cabeza de ningún manifestante, por lo que desconocen de qué forman se produjeron las lesiones oculares de la joven.

También ha comparecido ante el juez la propia manifestante, que ha relatado que escuchó el disparo de la bala de foam y cayó herida al instante, por lo que no tiene dudas de que fue el proyectil lo que le causó la lesión ocular que, asegura, le ha provocado secuelas tanto físicas como psíquicas.

Los dos escopeteros que hoy han declarado fueron identificados como posibles autores de las heridas a la manifestante en un informe que presentó la División de Asuntos Internos, a requerimiento del juez que investiga la querella.

Según Sònia Olivella, abogada de la acusación popular, ese informe de Asuntos Internos apunta a que en la zona y el momento en que cayó herida la joven se escucharon dos disparos con un segundo de diferencia, que podrían haber sido efectuados por los dos agentes imputados.

No obstante, la letrada sostiene que los Mossos d'Esquadra "deben poder identificar y clarificar quién produjo el disparo que causó una lesión tan grave" y que, según las acusaciones, se efectuó de forma antirreglamentaria y contraria a los protocolos policiales.

En ese sentido, Olivella ha recordado que un fotoperiodista que cubría las protestas contra el encarcelamiento de Hasel aseguró ante la División de Asuntos Internos que "tiene claro" qué agente es el autor del disparo lesivo, porque su cámara captó la secuencia completa, con lo que ha podido facilitar su número de identificación.

"Los hechos son claros y completamente intolerables, el foam es un arma de precisión y en ningún caso se debería disparar a la altura de la cabeza y causar una lesión como esta", ha añadido la abogada.

Por ese motivo, la acusación popular ha exigido que, mientras el Parlament debate sobre el uso de ese tipo de arma en la comisión sobre el modelo de orden público, "es indispensable que en el protocolo haya una prohibición clara de disparar a la altura de la cabeza".

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