Un año y medio después de que empezara la pandemia, tras el confinamiento domiciliario y la prohibición que vino después, familiares y amigos podrán entrar en un aeropuerto para despedir o recibir a los viajeros que lleguen o se marchen en avión. El Consejo de Ministros ha acordado este lunes eliminar esta restricción y a partir de ahora los acompañantes también podrán entrar en las terminales y no estarán obligado a quedarse a las puertas.

Los aeropuertos seguirán de momento sin permitir la entrada de acompañantes o de quienes vayan a recibir a viajeros

El Gobierno ha confirmado de esta forma el anuncio que hizo hace unos días la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, cuando dijo que en pocos días decaerían "las restricciones para el acceso a terminales". La decisión será efectiva a partir del viernes de esta semana, apuntan fuentes gubernamentales, un día después de que el jueves se publique en el BOE. En concreto, "se permitirá el acceso de acompañantes a las terminales aeroportuarias, si bien su entrada se podrá ver limitada en momentos de gran afluencia para evitar que se produzcan aglomeraciones", indica una nota del Ministerio.

La  portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha explicado que la decisión se ha tomado a la luz de la cobertura de la vacunación y de la situación en la que se encuentra nuestro país, que la semana pasada entró en la situación de riesgo bajo, con una incidencia acumulada por debajo ya de los 50 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días.

Según ha dicho Rodríguez, se ha acordado "suprimir los límites de acceso a los aeropuertos. A partir de hora, podrán acompañarnos familiares y amigos" que, no obstante, deberían guardar "requerimientos sanitarios" como el uso de la mascarilla. "Es una medida importante de vuelta a la normalidad", ha remachado la portavoz del Gobierno.

Prohibido desde julio de 2020

La prohibición de que personas distintas a los viajeros puedan entrar en las terminales de los 46 aeropuertos gestionados por AENA está en pie desde el 7 de julio de 2020, cuando se publicó un decreto con medidas de reactivación económica frente al impacto de la Covid en los ámbitos de transportes y vivienda.

Entonces se estableció que solo estaría permitida la entrada a los pasajeros que fueran a volar en un plazo no superior a seis horas después de su llegada al aeropuerto, así como a los empleados en el aeropuerto o en las empresas que les prestan servicio y personal de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Como excepción, menores y personas con movilidad reducida sí podrían estar acompañados.

Esta es la norma que rige hasta ahora, a pesar de que ya hace meses que el Gobierno facultó al Ministerio de Transportes a modificar la norma cuando se estimase oportuno. La última vez fue en junio, en el decreto que eliminó la obligación de usar mascarilla al aire libre, que recordaba que el Ministerio de Transportes, junto con el de Sanidad, podrían proponer al Consejo de Ministros la modificación de las limitaciones de acceso a las terminales. 

Entonces, en plena reapertura del país al turismo internacional y con la expectativa de recuperar en verano parte de la actividad turística perdida en 2020, no se tomó la decisión que ha llegado finalmente este lunes, con España en riesgo bajo de pandemia y con casi todas las restricciones eliminadas.

Mascarilla aún durante un tiempo

Con la decisión de este lunes ya solo quedan en pie dos medidas frente a la Covid que son competencia del Gobierno central: el uso de mascarillas en espacios cerrados y la distancia de seguridad, de 1,5 metros.

De momento, el Ejecutivo no tiene planes de eliminarlas, tal y como apuntó el viernes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y ha reiterado este lunes la portavoz, que ha recordado la eficacia de las mascarillas como medida no farmacológica contra el coronavirus, antes de que existiera la vacuna contra la Covid.

"A pesar de la euforia y la alegría" antes los "buenos datos sanitarios". Rodríguez ha apuntado que todavía hay que "mantener algunas medidas que han resultado positivas para el control de la pandemia", en alusión a la mascarilla, cuyo uso se "mantendrá aún en el tiempo".