El juez condena a tres meses de cárcel y una multa de 100 euros al hombre que insultó a dos lesbianas frente a su hija

Bandera LGTBI ondeará de forma permanente en la plaza Pedro Zerolo, que tendrá monumento a víctimas del colectivo
Bandera LGTBI.
A. Perez Meca
Bandera LGTBI ondeará de forma permanente en la plaza Pedro Zerolo, que tendrá monumento a víctimas del colectivo

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a tres meses de cárcel y a una multa de 100 euros a Ismael A. R. por dirigir insultos homófobos y amenazar a Sara y Ana cuando hacían la compra junto a su hija menor en un supermercado de la capital. Según la sentencia a la que ha tenido acceso 20Minutos, el tribunal le condena por un delito contra los derechos fundamentales y otro leve de amenazas, aunque le absuelven del delito de amenazas graves. 

Tal y como se desgrana en el escrito, el tribunal considera probado que el 6 de octubre de 2017 Ismael coincidió con la pareja y su hija en la tienda de alimentación. Una vez allí, "con ánimo evidente de menospreciar, humillar y atentar" contra la dignidad de las víctimas, se dirigió a Ana con gritos como "hija de puta", "a ti lo que te hace falta es que te metan una polla bien grande que estás falta de eso" o "lesbiana de mierda". Cuando el personal de seguridad del establecimiento le invitó a abandonarlo, les siguió increpando: "Sé dónde vivís, os espero a la salida, os vais a cagar". Todo ello supone la comisión de los delitos antes citados.

En la vista oral, celebrada el pasado 28 de septiembre, Sara y Ana contaron que Ismael, que era su vecino, "siempre" escupía al suelo cuando se cruzaba con ellas en la finca que compartían. "Entramos a comprar y nos lo encontramos en el establecimiento, lugar en el que mi hija se despistó, y yo le dije que no se acercara a él", relató Ana sobre el día en el que ocurrieron los hechos. Según su versión, en ese momento él enfureció y comenzó a gritarles que "disfrutábamos comiéndonos el coño y que no teníamos polla". Su mujer, Sara, contó una historia similar. "Me insultaba como si yo quisiera ser un chico", añadió. Además, también relató cómo la Policía tuvo que acompañarlas a casa porque él no se fue, sino que se quedó fuera del supermercado gritando que "sabía dónde vivían" y que "las iba a esperar". "Nos sentimos denigradas, no nos lo merecemos", declararon.

Él, por su parte, negó que los insultos los profiriera por ser homófobo. "No soy una persona homófoba, soy marroquí y gay", repitió al inicio y al final del juicio, escudándose en su supuesta orientación sexual, que ellas ponen en duda, para restarle importancia a sus insultos. Además, cargó el motivo de la discusión contra ellas porque, ha asegurado, le llamaron "maricón" antes, lo que no consta en la sentencia. "No recuerdo haber dicho tales expresiones y si las dije fue porque entramos en una discusión", señaló. Basándose en estas declaraciones, su defensa ha pedido su absolución.

No obstante, la Fiscalía no cambió su petición, que tampoco ha sido satisfecha al completo. El fiscal señaló que el acusado insultó a la pareja "con ánimo evidente de menospreciar, humillar y atentar contra su dignidad". Por estos hechos pedía dos años de prisión y ocho meses de multa con una cuota diaria de 10 euros, la inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y otros tres años de inhabilitación especial para "empleo, cargo público o profesión" que esté relacionada con la docencia, el deporte o el tiempo libre.

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