El IMAS ha participado en el acto del Día Internacional de la Salud Mental que se celebra el día 10 de octubre y que ha sido organizado por 3 Salud Mental en la Fundación Miró. El conseller insular Javier de Juan ha subrayado la necesidad de continuar "visibilizando la realidad de la Salud Mental" y también de cuidar de ella.

El lema de esta del año 2021 es 'Atenció de salut mental per a tots: fem-la realitat'. La Jornada organizada por 3 Salud Mental en la Fundación Miró, se ha llevado a cabo de 10.00 a 14.00 horas con talleres artísticos y formativos, abiertos a todos, pero pensados para sus usuarios y ha reunido a cientos de personas.

El conseller insular Javier de Juan ha aprovechado para agradecer el trabajo realizado por parte de las entidades que forman parte de 3 Salud Mental y que hace 25 años que forman parte de esta asociación, que son Girasol, Estel de Llevant y la Fundación Es Garrover.

En el acto han participado la consellera de Salud, Patricia Gómez; el director general de Atención a la Dependencia del Govern, Gregorio Molina; el coordinador autonómico de Salud Mental, Oriol Lafau; el director general de Bienestar Social del Ayuntamiento de Palma, Joan Antoni Salas, y la directora general de Cultura y Comunidad de Cort, Tina Codina.

El IMAS trabaja para garantizar la posibilidad de tratar a las personas con discapacidad que tengan alguna enfermedad mental dentro del entorno que ellas elijan sin necesidad de ingresarlas en ningún centro contra su voluntad. Lo que permite no dejar sin atender a aquellas personas que puedan presentar problemas de salud mental, sea cual sea su situación. El IMAS dedica anualmente 300.000 euros en subvenciones para proyectos de atención integral y promoción de la autonomía para personas con discapacidad asociado a un diagnóstico de salud mental.

Los proyectos tienen que dar respuesta a objetivos como detectar personas con problemática de salud mental, aisladas y, o bien, no atendidas en servicios de la red de salud mental; crear vínculo con la persona iniciando así su proceso de rehabilitación psicosocial; potenciar las habilidades básicas que permitan la estabilidad personal y la evolución personal hacia la incorporación a servicios especializados y la inclusión social.

También, ha de contribuir al desarrollo de proyectos de vida a través de una intervención planificada y definida en el Plan individual de soportes garantizando que la misma persona es la protagonista; fortalecer la generación y configuración de redes de apoyo a las personas en los contextos en que éstas se desarrollan; actuar dentro del ámbito familiar, si es necesario, para mejorar la relación con la persona afectada y modificar dinámicas familiares inadecuadas; prevenir e intervenir ante situaciones de discriminación y estigma social que se detecten en la intervención.